Viernes27 Septiembre 2024

8.1. CONSTRUCCIONES DEFENSIVAS

Las antiguamente denominadas fortificaciones del frente de tierra son las existentes al oeste del istmo de la Almina. Este imponente complejo defensivo se compone actualmente, de tres núcleos perfectamente diferenciados: uno es el situado en las inmediaciones de la Plaza de África, compuesto por el Hornabeque del Foso de la Muralla Real; otro situado más allá del canal marítimo, conformado por las fortificaciones de la Plaza de Armas, es conocido popularmente por el "Ángulo"; y un tercero constituido por un intrincado laberinto de galerías subterráneas de minas y contraminas, conservado en el subsuelo de las Puertas del Campo.

Por constituir estos parajes el límite donde se asentaba el antiguo núcleo urbano de la Ciudad y el comienzo del campo, fue el lugar obligado para construir las fortificaciones que protegerían a la población de los ataques, que por tierra, pudieran sufrir.

Creemos necesario que nuestros/as alumnos/as comprendan, no solo el porqué de su ubicación, es decir su función defensiva, sino también prestar especial atención a los momentos históricos que acompañaron cada nueva construcción, identificando así tres tipos de fortificación: Las Fortificaciones Renacentistas, constituidas por la Muralla Real con su foso marítimo, los baluartes de la Bandera, de la Coraza, el espigón de la Ribera y el baluarte de los Mallorquines, todos ellos de origen portugués.

El siguiente grupo, sería el constituido por las fortificaciones Barrocas o Modernas, que a su vez, y para mejor comprensión de nuestros alumnos, hemos compartimentado en dos: las pertenecientes al periodo denominado de los Austrias y las construidas bajo la Monarquía Borbónica.

Ya para cursos más avanzados (secundaria) ahondaremos en las propias Murallas, partiendo de las fortificaciones medievales, del periodo califal; pasando por las construcciones renacentistas de origen portugués, con su foso marítimo único en el mundo; hasta llegar al tipo de Fortificación Avanzada, representado por la Contraguardia de San Francisco Javier y los magníficos revellines de San Ignacio y San Pablo.

Esta actividad pretende la comprensión y valoración de uno de los elementos defensivos más importantes de nuestra Ciudad, creando un sentimiento hacia el mismo a través de cada anécdota, de cada marca de impacto recibida en sus lienzos, en definitiva que los discentes puedan conocer uno de nuestros símbolos y señas de identidad más representativo.