Un investigador del CSIC impartirá el día 24 un taller de análisis de las huellas de uso en arqueología
La Consejería de Educación Cultura y Mujer ha organizado para el próximo jueves 24 de abril el Taller de arqueología experimental: huellas de uso en útiles líticos, que impartirá el investigador del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Ignacio Clemente Conte. La actividad se desarrollará entre las 17.00 y las 19.00 horas en el almacén de arqueología del Baluarte de San Pablo, de las Murallas Reales, y las inscripciones para ocupar alguna de las diez plazas que oferta la Consejería pueden realizarse de 9.00 a 14.00 en el teléfono 856 205 053.
La traceología o análisis de las huellas de uso en arqueología es un método empleado para determinar la función de los artefactos, sobre todo líticos, examinando las trazas de desgaste en sus bordes, y puede llegar a ser la única forma de verificar teorías sobre las actividades domésticas, económicas o artísticas de los artefactos prehistóricos.
El método consiste en recrear herramientas prehistóricas y utilizarlas en diversas funciones y en diferentes superficies, pasando así establecer una base de control. A continuación se repiten los experimentos, pero ocultando al científico parte de la información esencial (blind test) para comprobar si se ha alcanzado suficiente seguridad en la determinación de la naturaleza de los microdesgastes. Por último, se estudian las huellas de los artefactos de control y se comparan con las de los artefactos arqueológicos. El objetivo es esencialmente explicar cómo se usó un útil, qué material trabajó y con qué movimientos físicos, si tuvo o no mango, cuánto tiempo estuvo en uso y si fue reutilizado. Además se pueden comparar los resultados con los inferidos por la tipología lítica (en el sentido tradicional de la expresión).
El verdadero avance en esta disciplina se dio a partir de la década de los 30 del siglo pasado de la mano de Sergei Semenov, de la Academia de Ciencias de Leningrado, considerado el padre de esta técnica. Precisamente Clemente Conte se formó en el Laboratorio de Traceología y Experimentación S.A. Semenov, del Instituto de Historia de la Cultura Material de la Academia de Ciencias de Rusia en San Petersburgo (1985–1989).
Además de graduado en Arqueología e Historia por la Universidad Estatal de Leningrado (1989), es doctor en Filosofía y Letras (Historia) por la Universidad Autónoma de Barcelona (1995), y desde 2004 es científico titular del Departamento de Arqueología y Antropología de la Institución Milá y Fontanals (CSIC).
Principales investigaciones
Clemente Conte ha aplicado esta técnica analítica a materiales arqueológicos de diferentes cronologías y procedencias geográficas en trabajos que ha desarrollado en países de Europa, África y América. Entre ellos se encuentra el realizado en El Abrigo y la Cueva de Benzú. Su trabajo está recogido en el artículo Análisis funcional de los restos líticos del Abrigo de Benzú a lo largo de 180.000 años de ocupación: Una aproximación a las actividades productivas a partir de un sondeo secuencial, incluido en el libro de memoria de los trabajos arqueológicos realizados –desde 2002– hasta 2012, que fue editado por la Ciudad Autónoma y la Universidad de Cádiz el año pasado.
Como investigador ha participado en numerosos proyectos, destacando los de carácter internacional y orientados a estudios de etnoarqueología en América del sur (Tierra del Fuego, Argentina) y otros de carácter metodológico relacionados con la observación microscópica de los rastros de uso en instrumentos de trabajo prehistóricos. Tras el descubrimiento en 2002 de una sociedad desconocida en la costa Atlántica de Nicaragua (500 a.C.–500) dirigió un proyecto de I+D con el título Economía y medio ambiente en la costa Atlántica de Nicaragua: diversidad, complementariedad y cambio en la prehistoria.