LA JAULA DE GRILLOS
La Consejería de Educación y Cultura pone a la venta el 7 de agosto las entradas para el espectáculo La jaula de grillos, una comedia para todos los públicos en la que el protagonista es un cabaret alocado que sirve de marco a la historia de enredos que desarrollan el valenciano José Saiz y el vallisoletano Alberto Vázquez y que albergará el Teatro Auditorio Revellín el 1 de septiembre a las 21.00 horas.
Las localidades costarán 14 euros en el patio de butacas y 12 en el anfiteatro, y sobre esos precios se aplicarán descuentos de dos euros para los colectivos habituales (niños, mayores, titulares del Carné Joven y miembros de familia numerosa). Los grupos de cinco o más personas podrán adquirir entradas para el patio de butacas a 12 euros. Los puntos de venta serán los habituales: la web ceuta.es y la taquilla del Teatro Auditorio del Revellín.
Durante las dos horas que dura la función, el espectador se asoma a la tranquila vida de Alvin, al que da vida Alberto Vázquez, y César, interpretado por José Saiz, una pareja homosexual dueña de un cabaret cuya rutina se ve alterada ante la inminente boda de Josean, el hijo de César, con la hija de un senador ultraconservador. El político, que desea promocionar los valores tradicionales de la vida familiar, decide visitar a la familia del novio.
Números de drag queen y transformismo coreografiados por Lina Martínez sirven como hilo argumental de esta comedia salpimentada con coreografías y voces en directo que sumergirá al público de Ceuta en una "maravillosa historia de amor entre cincuentones", como describe Alberto Vázquez, al frente del elenco de actores de Jaula de grillos, que dirige su compañero de reparto José Saiz.
Un canto a la tolerancia, han descrito algunos, inspirada en La cage aux folles, del francés Jean Poiret y de la que surgió un musical con el mismo título que se estrenó a principios de los 80 y la película Vicios pequeños (1978), que tendría dos secuelas: La jaula de las locas (1980) y La jaula de las locas: ellas se casan (1985). Eso al margen de la atención que también Hollywood prestó a esta historia y que plasmó en Una jaula de grillos (1996), de Mike Nichols.