La Consejería de Presidencia, Gobernación y Empleo ha presentado hoy los diez nuevos coches que ha adquirido la Ciudad Autónoma con el fin de renovar la flota de vehículos del Cuerpo en un acto celebrado en la Avenida Alcalde Antonio López Sánchez-Prado al que han asistido el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, y la titular de este departamento, la consejera Yolanda Bel. De ellos, siete se destinarán a Seguridad Ciudadana y tres, a Tráfico. La entrada en funcionamiento de estos turismos es fundamental para el desarrollo de los planes de la Consejería, ya que la puesta en marcha de la nueva Unidad de Proximidad y Atención Ciudadana (UPAC) supondrá que estén de servicio cuatro o cinco coches más en cada uno de los tres turnos en los que desarrollan sus funciones los agentes (mañana, tarde y noche en un servicio de 24 horas). Así, de los siete turismos de Seguridad Ciudadana, dos quedarán en reserva para atender necesidades puntuales y utilizarlos cuando algún otro esté averiado.
El proceso de modernización se completará con otras tres furgonetas –una de ellas ya está adquirida y se está equipando actualmente para su entrada en funcionamiento la próxima semana– que tendrán como destino la Unidad de Intervención Rápida (UIR) y otros siete coches más, según ha explicado el superintendente de la Policía Local, Ángel Gómez. La compra de estos últimos vehículos se espera que esté completada en octubre, con lo que se culminará la renovación de la flota de coches policiales, cuya vida útil óptima es de unos cuatro años debido a sus condiciones de uso (todos los días de la semana durante prácticamente las 24 horas, en recorridos urbanos y a cargo de diferentes conductores). Paralelamente se darán de baja otras siete coches.
El suministro de los diez vehículos presentados hoy fue adjudicado a la empresa ceutí Comercial Mondasu, mientras que el equipamiento policial ha sido instalado por la compañía de Fuengirola Juma. El coste total ha sido de 207.650 euros.
Los coches, un modelo C4 Picasso, de la marca Citroën, cuentan con un motor diésel de cuatro cilindros y una potencia de 110 caballos, además de control dinámico de estabilidad y de antipatinaje. El equipamiento policial consta de: una emisora, linternas con cargadores, una mampara de separación entre los asientos en los que viajan los policías y los traseros, donde van los detenidos, e iluminación especial, tanto la correspondiente a la sirena (cinco módulos de leds de alta intensidad, dos módulos auxiliares con luces halógenas de iluminación frontal y lateral, dos módulos posteriores de leds de color ámbar y dos focos frontales para detención), como otras (focos ovalados prioritarios en aletas delanteras y leds en el maletero).