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María Sánchez Miaja es galardonada con el Reconocimiento contra la Violencia de Género

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El jurado del Reconocimiento contra la Violencia de Género ha decidido por unanimidad otorgar este galardón, en su cuarta edición, a María Sánchez Miaja, presidenta de la Asociación de Mujeres Progresistas de Ceuta, "por su dilatada implicación" en la materia. Además, todos los miembros del jurado de este premio que promueve la Consejería de Educación, Cultura y Mujer han acordado distinguir a Cruz Blanca con la mención honorífica de este Reconocimiento.

De María Sánchez Miaja se destaca su "voluntad" para, a través de la asociación a la que pertenece, sensibilizar a la población de Ceuta, mediante la realización de cursos, jornadas, talleres y otras iniciativas, en la lucha contra la violencia de género y otras formas de violencia hacia la mujer como la trata para la explotación sexual, la prostitución o la ablación. Junto a esto se resalta la impartición de talleres de salud sexual y reproductiva, cursos y talleres de formación no solo a profesionales en la materia, sino también a los grupos especialmente vulnerables como las mujeres inmigrantes, y en organismos y centros sensibles como puede ser el centro penitenciario de Ceuta o el CETI.

María Sánchez Miaja recibirá el Reconocimiento contra la Violencia de Género también por "su implicación de manera desinteresada y con carácter altruista en la aproximación del tema de la violencia de género a la ciudadanía a través de charlas en asociaciones de vecinos y notas de prensa, así como su colaboración año tras año en los actos conmemorativos" del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

17 años de trabajo

Cruz Blanca de Ceuta ha sido distinguida con la mención de este galardón que otorga la Ciudad Autónoma en reconocimiento al trabajo que desde hace 17 años lleva desarrollando en el marco del programa O'Cambalache, que atiende a mujeres en situación de vulnerabilidad. "A lo largo de todo este tiempo [Cruz Blanca] ha sido testigo, a través del programa, de la constante vulneración de los derechos fundamentales de la mujer, derechos como la dignidad humana, la libertad y la igualdad entre hombres y mujeres", según ha subrayado el jurado.

Para Cruz Blanca, según recoge el jurado, la trata de seres humanos con fines de explotación sexual es "una cuestión de género porque afecta fundamentalmente a mujeres y niñas por el hecho de serlo", pero también es "una forma de violencia extrema contra las mujeres" y "una vulneración gravísima de muchos de los derechos fundamentales reconocidos internacionalmente".

El programa también pone énfasis en la sensibilización de la población acerca del fenómeno de la trata y la formación de los profesionales que puedan entrar en contacto con posibles víctimas, ya que se considera que constituye "una herramienta fundamental para la prevención y detección precoz de las víctimas", lo que incorpora también el trabajo con instituciones del Estado y organizaciones que trabajan en la temática de la trata de seres humanos.