La Ciudad Autónoma de Ceuta elaborará con medios propios con carácter trimestral una Encuesta de Población Activa (EPA), que aunque no tendrá una validez oficial si valdrá para hacer una radiografía de la situación del empleo en Ceuta. Así lo ha anunciado hoy el portavoz del Gobierno, Guillermo Martínez, quien ha indicado que los criterios que se utilicen serán los que marca Eurostat, la agencia estadística de la Unión Europea.
La EPA es una encuesta que realiza el Instituto Nacional de Estadística (EPA) en toda España, pero en Ceuta se hace un muestreo demasiado escaso (solo 28 entrevistas) que provoca que sus resultados no sean representativos, como advierte el propio INE. La última, publicada el viernes, arrojó una tasa de paro del 41% y un incremento interanual de las personas ocupadas superior a las 3.000 personas.
La población de Ceuta ha crecido desde que comenzó la crisis a un ritmo de entre 1.500 y 2.000 personas anuales, lo que sí tiene efectos sobre la tasa de paro. Sin embargo, los datos de la afiliación a la Seguridad Social demuestran que no ha habido destrucción de empleo, aunque sí se ha pasado del crecimiento a una situación de estancamiento.
En cualquier caso, y aunque los datos de la EPA no sean correctos, lo que es cierto es que las cifras del paro en Ceuta son "verdaderamente dramáticas", pero no se trata de una cuestión coyuntura, sino de un problema "crónico" que es debido fundamentalmente a dos factores íntimamente relacionados: los condicionantes para el desarrollo económico derivados de la extrapeninsularidad y el hecho fronterizo y otros de carácter igualmente estructural, y el escaso peso del tejido productivo en el conjunto de la actividad económica, como ha manifestado el portavoz del Gobierno.
Estos condicionantes justifican un tratamiento y apoyo especial para una ciudad por parte de los poderes públicos, tanto nacionales como europeos.
Para combatir el problema se requiere el concurso de "todos", y a este respecto, el Gobierno de la Ciudad defiende una estrategia basada en los siguientes ejes: consolidar y perfeccionar el antes referidos tratamiento especial para nuestra ciudad; fomentar el desarrollo de la actividad económica –condición indispensable e imprescindible para solventar el problema– a través de las medidas que han sido consensuadas con las formaciones políticas y los agentes económicos y sociales; articular los mecanismos que permitan amortiguar el impacto de la inevitable caída de la inversión pública, y, por último, aplicar medidas paliativas; son los casos de los planes de empleo y del continuado esfuerzo que el Gobierno de la Ciudad viene realizando para combatir el paro y la exclusión social.
