El Consejo de Gobierno ha decidido que revocará la aprobación inicial del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para incluir en el documento que finalmente se tramite las “muchas” alegaciones con “fundamento” que se han presentado. El objetivo es “enriquecer” el texto – “el Gobierno siempre está dispuesto a escuchar a quien tenga algo positivo que decir”, ha subrayado el consejero y portavoz, Jacob Hachuel-.
Además, al actuar de esta manera, el Gobierno logra desbloquear la aprobación de licencias, paralizada debido a la propia tramitación del Plan, y favorecer, por tanto, la actividad del sector de la construcción en un momento en el que se ha recuperado el crédito bancario, lo que redundará, asimismo, en las arcas públicas.
Hachuel, que ha dado cuenta de esta decisión en la rueda de prensa posterior a la reunión del viernes de presidente y consejeros, ha avanzado que la nueva aprobación inicial podrá llegar en el plazo de un año y la definitiva, en 24 meses.
