El consejero de Sanidad, Consumo y Gobernación, Javier Guerrero, ha expresado hoy, en nombre del Gobierno de la Ciudad, su máxima preocupación por el repunte de casos de COVID-19 que se ha producido en Ceuta en los últimos días, donde en estos momentos se contabilizan 22 casos activos, 14 de ellos detectados desde el martes.
A pesar de que Ceuta ha estado entre los territorios en los que la propagación del virus ha estado más controlada, “hemos superado en incidencia a comunidades como Baleares, Melilla, Murcia y Andalucía”, ha recordado el consejero. La tasa actual es de 152,16 casos por cada 100.000 habitantes, lo que impedirá de momento solicitar el avance a la tercera fase.
Esta circunstancia ha motivado que el propio ministro de Sanidad,Salvador Illa, haya advertido al consejero de la posibilidad de devolver a Ceuta a la Fase 0 si no se frena la evolución de los contagios, con las consecuencias económicas y sociales que puede conllevar.
Guerrero también ha pedido la máxima colaboración de las Fuerzas de Seguridad para hacer cumplir las normas, un refuerzo de la presencia policial que será más evidente en las zonas en las que el mapa de prevalencia señala que se han producido los nuevos contagios y que coincide con la periferia de la ciudad.
Por todo ello, y ante el riesgo cierto de retroceso, el consejero ha apelado a la responsabilidad individual y colectiva de los ceutíes. “Nos parece peligroso que se esté perdiendo el miedo al virus, porque sigue ahí”, ha reiterado el consejero, que ha cifrado en 271 las personas a las que en la actualidad la Consejería de Sanidad está realizando un seguimiento por haber tenido contacto con casos de COVID-19. Igualmente, Guerrero ha recordado que las personas en aislamiento no pueden salir de su vivienda bajo ningún concepto, pese a que se tiene constancia de que eso se ha producido, de ahí que haya advertido que la Consejería denunciará por atentar contra la salud pública a quienes se localice fuera de su casa. De igual modo, se ha comenzado a utilizar el recurso social preparado por la Consejería para la acogida de las personas que no puedan realizar correctamente el aislamiento en sus viviendas.
Por último, el consejero ha insistido en que el uso de mascarillas es obligatorio en espacios abiertos y cerrados, que el distanciamiento social es indispensable, incluso en reuniones permitidas hasta un máximo de 15 personas y ha apelado a los padres, para que inculquen a sus hijos la necesidad de tener una conducta responsable en sus encuentros sociales y seguir las normas puesto que, a falta de vacunas, es la única manera de evitar nuevos contagios.