El consejero de Sanidad, Consumo y Gobernación, Javier Guerrero, ha comparecido de manera voluntaria para dar cuenta de los informes emitidos y decisiones adoptadas en relación con la celebración de la próxima Pascua del Sacrificio. El Gobierno de la Ciudad, tal y como ha confirmado hoy el presidente Juan Vivas en la sesión plenaria, hará todos los esfuerzos para que el sacrificio pueda realizarse en el matadero, incrementando para ello su actividad, y de acuerdo a las normas sanitarias que determinen los técnicos.
En su intervención inicial, el consejero ha recordado que Ceuta lleva desde el pasado 3 de junio sin casos activos, aunque la Consejería ha continuado trabajando e investigando desde esa fecha a un total de 130 casos sospechosos. A pesar de la evolución favorable de la pandemia en la actualidad, la crisis sanitaria y la situación de emergencia continúa, ha insistido Guerrero, por lo que es necesario extremar las medidas de prevención para evitar el riesgo de contagio.
Es por ello que el consejero ha hecho mención a los informes que, desde la Consejería que dirige, se han emitido analizando todos los detalles de una posible celebración de la Pascua del Sacrificio en las condiciones habituales en las que se venía celebrando. “Todos los informes nos aconsejan suspender el acto del sacrificio pero no la fiesta”, ha puntualizado el consejero quien ha reiterado que se trata de unas circunstancias excepcionales que obliga a extremar las medidas de seguridad y control de puntos críticos. “Un nuevo brote podría poner a Ceuta en una grave situación sanitaria”, ha advertido el consejero que, en esta sesión extraordinaria ha estado asistido por los técnicos de la Consejería y de la directora general de Sanidad y Consumo, Rebeca Benarroch.
De acuerdo a la postura mantenida por el Ejecutivo local de acuerdo a los informes técnicos, el presidente de la Ciudad ha hecho hincapié en que existe la voluntad para que el sacrificio pueda llevarse a cabo; voluntad sometida al cumplimiento de dos condiciones: que se cumpla la Ley, que no permite que el sacrificio se realice ni en carpas ni en domicilios, así como las normas de protección sanitarias que dictaminen los técnicos en el marco de la pandemia de la COVID-19.