La consejera de Sanidad, Consumo y Menores, Adela Nieto, ha presentado la campaña de vacunación contra la gripe, en lo que la Ciudad gasta cerca de 42.000 euros para facilitar la inoculación correspondiente a los grupos de riesgo, pues la vacunación es la forma más eficaz de prevenir esta infección, de la que la mayoría de los afectados se recupera en una o dos semanas sin necesidad de recibir tratamiento médico, pero que puede conllevar graves afecciones médicas y complicaciones en mayores y personas afectadas por otra enfermedad, provocar neumonía e incluso causar la muerte.
La Ciudad ha adquirido 10.500 dosis para atender a los colectivos de riesgo, que son los siguientes: mayores de 65 años; niños mayores de 6 meses y adultos con enfermedades crónicas cardiovasculares o pulmonares; mayores de 6 meses con enfermedades metabólicas (diabetes, obesidad mórbida, insuficiencia renal); niños y adolescentes de 6 meses a 18 años con tratamiento prolongado con ácido acetilsalicílico; embarazadas; personas en contacto con grupos de riesgo (personal sanitario, de instituciones geriátricas o centros de atención a crónicos, estudiantes sanitarios en prácticas, mayores de 6 meses que conviven con personas de riesgo...); personal de servicios públicos esenciales (fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, Bomberos, Protección Civil, trabajadores de emergencias sanitarias, instituciones penitenciarias y otros centros de internamiento por resolución judicial...)
Es posible vacunarse en los centros de salud del Ingesa, en los lugares frecuentados por la población de riesgo, como las residencias de mayores y los centros de día; en otros centros de salud colaboradores, los servicios de prevención de riesgos laborales de la Ciudad, el Ingesa y el Ministerio de Educación; el servicio sanitario del IMSERSO; Sanidad Exterior; la clínica militar; y los servicios sanitarios de la MUTUA, el CETI, la Guardia Civil, la Policía Nacional.
La consejera Adela Nieto, quien ha compartido mesa, durante la presentación, con la directora general de Sanidad y Consumo, Rebeca Benarroch, y el director territorial del Ingesa, Fernando Pérez-Padilla, ha hecho hincapié en que el propósito de su área es mejorar la tasa de cobertura, que entre los mayores de 65 ni siquiera llegó al 30 % el año pasado, si bien mejoró respecto del año anterior (pasó del 26,8 % a un 29 %).
Además, Nieto, Benarroch y Pérez-Padilla han subrayado que no hay que esperar a que empiece el frío para vacunarse sino que es mejor hacerlo cuanto antes, y que existen otras medidas de precaución para evitar contagios.
Cubrir la boca y nariz al toser y estornudar con pañuelos desechables o sobre la manga de la camisa para no contaminar las manos; evitar tocarse con las manos los ojos, la nariz o la boca; lavarse las manos frecuentemente con jabón, sobre todo después de toser o estornudar; no compartir objetos personales de higiene o aseo; ventilar la casa a diario, limpiar con frecuencia las superficies y objetos de uso común; y dormir bien, tener una alimentación saludable, beber agua, llevar una vida físicamente activa y evitar las bebidas alcohólicas y el tabaco, son recomendaciones a tener muy presentes siguiendo esa máxima de más vale prevenir que curar.