La Consejería de Educación y Cultura ha decidido retomar el programa de visitas guiadas en horario nocturno al conjunto monumental de las Murallas Reales debido al éxito de esta iniciativa, que se realizó como experiencia piloto hace unas semanas, y que agotó sus plazas en pocos minutos.
Por este motivo y para atender la demanda que quedó pendiente, la actividad, bajo el título de Descubre las Murallas de noche, ha vuelto a programarse para los miércoles 24 y 31 de enero y 7 de febrero, así como los sábados 3 y 10 de febrero. La visita, que es gratuita y durará unas dos horas, comenzará en todos los casos a las 18.30 horas desde la entrada junto a la Puerta Califal.
Las invitaciones para participar en estas visitas se pueden retirar desde mañana lunes, día 21, tanto en la taquilla del Teatro Auditorio del Revellín como en la página web www.ceuta.es. En total, la Consejería ha ofertado en esta ocasión 90 plazas.
En esta actividad, enmarcada en el programa de difusión del patrimonio desarrollado por la Consejería de Educación y Cultura, se describirá la evolución histórica y se accederá a espacios que habitualmente no están abiertos al público. El recorrido, de dos horas de duración, se iniciará en la cubierta de la Muralla Real portuguesa desde donde los participantes podrán apreciar además unas vistas excepcionales de Ceuta. Se continuará contemplando el Foso Real para dirigirse a continuación a las fortificaciones españolas, la Plaza de Armas, una galería abovedada de comunicación del recinto, el Baluarte de Santa Ana y la cubierta del Revellín de San Ignacio.
Un poco de Historia
Las Murallas Reales son uno de los más destacados monumentos del patrimonio histórico ceutí. Se trata de un destacado conjunto de elementos defensivos de diversas épocas que protegían Ceuta de los ataques desde el continente.
Aunque se han recuperado vestigios desde la prehistoria, los primeros testimonios de una ocupación estable en esta zona se remontan a hace unos dos mil años cuando fue construida una factoría de salazón de pescados. Algunos siglos más tarde este espacio artesanal transformó su naturaleza convirtiéndose en lugar fortificado durante más de un milenio. Es por ello que constituye un excepcional ejemplo único de la evolución del arte de fortificar durante ese periodo.