La Viceconsejería de Medio Ambiente y la entidad Ecovidrio han certificado que el número de elementos impropios que se depositan en los contenedores de vidrio de Ceuta se ha reducido al 2,5 %, lo que hace posible que el vidrio se incorpore de nuevo en el ciclo de gestión de reciclaje en Ceuta, junto al papel, cartón y plástico.
Así lo ha dictaminado el informe de caracterización que, elaborado por esta entidad, ha encargado el área de Medio Ambiente de la Ciudad y que corrobora que el vidrio que se está depositando en los contenedores específicos se entrega en condiciones adecuadas de separación para su reciclaje y valorización por un gestor autorizado.
El informe de caracterización encargado por Medio Ambiente, y con fecha del pasado 18 de octubre, ha utilizado para sus conclusiones una muestra de 7.780 kilos de envases de vidrio seleccionado en la planta de transferencia, encontrándose en esta muestra solo un 2,5 % de otros residuos, por un 97,4 % de vidrio. Además, la calidad del vidrio es más que adecuada. Para determinar su calidad, las especificaciones técnicas señalan que no debe contener mas del 5 % en peso con tamaño inferior a 1 cm. En el caso de Ceuta este material representa el 3,43 % del peso total de la muestra, inferior por tanto al límite máximo. Tampoco puede contener más del 2 % en peso de impurezas, ni gravillas, tierra o piedras, pues su presencia sería causa de rechazo de las entregas.
En consecuencia, a partir de ahora comenzará a acumularse en las instalaciones de Ecoceuta el vidrio recogido en los contenedores de color verde, para trasladarlo a la planta de reciclaje a través de la entidad Ecovidrio, entidad sin ánimo de lucro que se encarga de gestionar este tipo de residuos. Los residuos procedentes de envases de vidrio, una vez fundidos, pueden generar nuevos envases, utensilios del hogar, elementos de construcción y de decoración, entre otros.
Para lograr este objetivo se han combinado un conjunto integral de medidas, entre las que se incluyen las de carácter estructural de tipo normativo o gestión (plan de residuos, inspección policial, …), y las de tipo técnico (instalación en contenedores verdes de tiras metálicas exteriores y barras interiores para impedir el depósito de material no vidrio y colocación de pegatinas informativas en las que se recuerda la necesidad de evitar la introducción de tapones o tapas con las botellas o tarros).
Estos resultados positivos se atribuyen tanto a la mayor colaboración ciudadana como a la realización de campañas institucionales de concienciación. Este incremento de la sensibilización ha permitido reducir la contaminación o mezcla de los residuos depositados en estos contenedores, que hacía inviable su reutilización. Por su parte, las campañas institucionales han sensibilizado, inducido, orientado, motivado y finalmente modificado la conducta de grupos de población, haciéndolos partícipes de la toma de conciencia y la respuesta a una situación de la realidad social.