El Pleno de la Asamblea ha aprobado definitivamente la nueva Ordenanza de Limpieza Pública y Gestión de Residuos, una actualización de la anterior que recoge las últimas novedades legislativas tanto en materia de régimen local, como de residuos, así como en procedimiento administrativo sancionador. La ordenanza consta de 121 artículos.
La consejera de Fomento y Medio Ambiente, Kissy Chandiramani, ha sido la encargada de explicar los aspectos más relevantes del texto que ha sido sometido al debate del Pleno. La consejera ha valorado la importancia y la preocupación que tanto la ciudadanía como los grupos políticos muestran por el medio ambiente.
Chandiramani ha hecho hincapié en el artículo 4 del texto, en el que se recogen distintos términos que aparecen a lo largo de la ordenanza y que sirven para un mejor entendimiento de la misma, cumpliendo así una labor pedagógica y para que no existan dudas jurídicas en la tramitación de expedientes.
El aspecto más destacable de la ordenanza, ha indicado la consejera, es que esta no se circunscribe a un catálogo de prohibiciones con sus correspondientes sanciones. Así, y con el objetivo de conseguir el mejor resultado ambiental, se aplicará la jerarquía en la gestión de residuos: prevención, reutilización, reciclado, valoración y eliminación.
Con el objetivo de mejorar la limpieza en la ciudad, la ordenanza permitirá la disminución de la cantidad de residuos, fomentando la reutilización de los productos o alargando la duración de su vida útil, y la reducción de los impactos adversos sobre el medio ambiente y la salud. Así, la Ciudad podrá establecer medidas como el fomento de la colaboración entre instituciones público/privadas; reparto de bolsas reutilizables en los comercios; campaña de educación ambiental; acuerdos con comercios e industrias y entidades o asociaciones; fomento del papel reciclado en las entidades y organismos dependientes de la Ciudad; fomento de la reutilización de productos o campañas de prevención.
La ordenanza también contempla medidas destinadas a reducir el consumo de plásticos y sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, así como apartados dedicados a la colaboración ciudadana.
La regulación de actividades en la vía pública forma parte también del texto aprobado hoy, en especial la prevención que deben tener los titulares o responsables de esas actividades de poner a disposición de sus clientes mobiliario suficiente y accesible para que estos puedan desechar los residuos que genere, corriendo de su parte la limpieza y evacuación de las mismas.
La tenencia de animales en la vía pública se ha incorporado como un capítulo específico, ha detallado la consejera, quien ha recordado que se establece que las personas propietarias de animales son directamente responsables de cualquier acción que ocasione suciedad. Además, como medida higiénica ineludible, las personas que conduzcan perros u otra clase de animales por la vía pública están obligadas a impedir que aquellos hagan sus deposiciones.
El procedimiento sancionador también queda perfeccionado en el texto al recogerse las últimas novedades procedimentales. Ofrece, por tanto, mayor seguridad jurídica y regula la denuncia ciudadana en un determinado hecho que pueda ser constitutivo de una infracción a lo establecido en la ordenanza. Se amplían los supuestos de ciertas infracciones y también se actualizan el importe de las sanciones, “sin ningún fin recaudatorio”, ha insistido la consejera que se ha referido a la necesidad de concienciar y estimular comportamientos cívicos. De igual modo se han contemplado mecanismos de adecuación ante la gravedad del hecho y la sanción aplicada e incluyendo sanciones de reparación de daños causados.