El Gobierno se ha propuesto controlar la sobrepoblación de gaviotas tras constatar los problemas que está generando la “proliferación” de estas aves en el casco urbano. “Es molesto y hasta peligroso, sobre todo en la época de cría", ha razonado el portavoz del Gobierno, Jacob Hachuel. La intención es “limitar” la población de pavanas y para ello la Ciudad convocará a una reunión a las entidades ecologistas y otros especialistas para analizar la situación y encontrar la mejor solución.
En los últimos años, con el sellado del vertedero de Santa Catalina, hoy convertido en un parque periurbano, las gaviotas han acabado por desplazarse al casco urbano. A finales de 2014 Obimasa cifraba en alrededor de 2.500 el número de ejemplares, con unas 250 parejas reproductoras, pero esta cifra se ha disparado (el doble en ambos casos, según algunos cálculos) pese a que entre 2013 y 2014 se retiraron a requerimiento de los ciudadanos 105 nidos. La elección de edificios como lugar para fijar nidos genera problema de salubridad y de seguridad física de las personas debido a la agresividad de las gaviotas y su carácter gregario.
Hachuel espera que la aplicación de un mayor control sobre el horario de depósito de basuras en los contenedores contribuya a poner coto a su expansión.
Por otro lado, el portavoz del Gobierno comunicó que el consejero de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Emilio Carreira, se había dirigido a la Autoridad Portuaria ante el ruido que genera la embarcación Passió per Formentera, de la compañía Balearia, que realiza el primer trayecto del día, a las 6.00 horas desde el puerto de Ceuta. Los vecinos de las viviendas próximas a la zona portuaria se han qeujado de las molestias que provoca el ferry, por lo que el Gobierno ha pedido a la Autoridad Portuaria que ponga remedio a esta situación.
