El consejero de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Emilio Carreira, ha presentado hoy el estudio y las propuestas para el control de gaviotas en el entorno urbano del que hoy se ha dado cuenta al Consejo de Gobierno y que ha sido realizado por la empresa pública Obimasa. Con esta iniciativa se da cumplimiento además a un acuerdo adoptado por el Pleno de la Asamblea.
El plan, con un coste aproximado de un millón de euros, pretende dar respuesta "a un problema que afecta seriamente a los ciudadanos", según ha explicado.
Este estudio, que está acompañado de una batería de medidas, tiene varios ámbitos de actuación “y que tiene que ser tratado desde un punto de vista científico”, ha dicho Carreira, que también ha apelado a la sensibilización de los ceutíes "porque aquí la conducta humana es muy importante, y podemos ser parte de la solución".
Las medidas, diseñadas como una hoja de ruta “y un compromiso adquirido hoy por el Consejo de Gobierno”, permitirán poner en marcha estas actuaciones reduciendo, por una parte, los recursos tróficos, es decir, que las gaviotas no encuentren abundante comida en la ciudad, que es el principal problema que encuentran los técnicos. Además, habrá actuaciones sobre el control de la población de estas aves y sobre los lugares de nidificación y también se trabajará en la sensibilización ciudadana.
En cuanto a la reducción de los recursos tróficos, hay medidas concretas como la intensificación en el control de las ordenanzas sobre residuos, limpieza y uso de espacios públicos, que conllevará un incremento de sanciones por parte de la Policía Local y como órgano de control, la Consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad para incoar los procedimientos sancionadores. El consejero ha adelantado que se están actualizando todas las ordenanzas medioambientales al objeto de introducir y encajar modificaciones legislativas como consecuencia de normativas comunitarias y sobre todo el régimen sancionador, “que actualmente es insuficiente teniendo en cuenta el problema que se nos plantea”.
Otra de las actuaciones planteadas en este sentido será la reducción y eliminación de los puntos de alimentación de animales en la calle “que es una costumbre que en Ceuta abunda y que hay que comenzar a erradicar”. Esta medida irá acompañada de la prohibición de ofrecer y abandonar restos de alimentos específicos para gaviotas a través de un bando municipal.
Por otra parte, la Consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad planteará la sustitución de los contenedores de apertura manual por los de cierre automático, medida que tendrá un coste estimado de unos 800.000 euros, si bien este tipo de contenedores no pueden colocarse en aquellas calles a las que el camión de carga lateral no puede acceder, por lo que se ha encargado un estudio de contenerización.
Además se propone un operativo específico para la recogida rápida de residuos en las playas, especialmente en aquellas que se encuentran en el caso urbano y durante la temporada de baño, con un coste aproximado de 120.000 euros, control de pequeños vertederos ilegales y se planteará una reunión de coordinación con la Dirección Provincial de Educación, los directores de los centros y la Consejería de Educación y Cultura para elaborar un protocolo que minimice los restos de comida en los patios de los colegios, donde también se están produciendo serios problemas.
En cuanto a las actuaciones para el control poblacional y la reducción de los lugares de nidificación, se ha pensado en la instalación de un sistema de monofilamentos, tipo tanza, para evitar que las gaviotas aniden en los edificios y que la Ciudad lo hará en 27 edificios dependientes de la administración local, y tendría un coste de 100.000 euros.
El consejero también ha incluido como propuesta la obligación de que en los nuevos edificios se instalen todos los sistemas previstos para que las gaviotas aniden y se intensificará también el control sobre los nidos en monumentos y edificios emblemáticos, que costaría con una externalización en torno a los 18.000 euros.
Carreira también ha explicado que desde Obimasa se elaborará un estudio para ver si es viable aplicar los sistemas de cetrería para combatir el exceso de población y que tendría un coste de 42.000 euros si el servicio se pusiera en marcha y se hará una recogida de los pollos volantones entre los meses de junio a agosto.