El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, ha expuesto esta tarde en Sevilla, en el Hotel Abba Triana, ante más de un centenar de personalidades del ámbito empresarial, social y político, las singularidades de la hacienda local.
El presidente ha iniciado su conferencia, "Ceuta: la singularidad de la gestión municipal en la España de las autonomías", precisando que Ceuta es una entidad local singular, junto con Melilla, porque son las dos únicas entidades territoriales del conjunto de España que atienden la doble condición de Ayuntamiento y de Autonomía. Una dualidad, ha explicado el presidente, que sin dejar de reconocer disfunciones susceptibles de ser resueltas, reporta más ventajas que inconvenientes, porque permite una aproximación mayor al objetivo de administración única.
El presidente ha expuesto que los condicionantes físicos y estructurales que concurren en Ceuta, como son la extrapeninsularidad, la escasez de recursos naturales, la reducida superficie y el hecho fronterizo, repercuten en el coste y en las necesidades de los servicios.
LAS CONSECUENCIAS DE LAS SINGULARIDADES
Una consecuencia de estos condicionantes es, ha concretado Juan Vivas, que en Ceuta no se puede mancomunar ningún servicio con alguna comarca próxima ni recurrir a otro ayuntamiento vecino en situaciones de necesidad, lo que acarrea, como ejemplo y en el caso del servicio de Extinción de Incendios, que la plantilla sea de 90 efectivos cuando la media es de aproximadamente 30 funcionarios en municipios de tamaño similar.
En cuanto a la escasez de recursos naturales, el único recurso hídrico natural es el agua de lluvia, y debido a que las posibilidades de embalse son limitadas, el agua que consumimos procede de la desalinización, lo que triplica el coste por metro cúbico de agua producida respecto de la media española.
El presidente ha seguido desgranando los condicionantes de Ceuta hablando de su tamaño reducido, que tiene incidencia en otros servicios medioambientales básicos, como el tratamiento y la eliminación de residuos y la depuración de las aguas.
En referencia a la falta de suelo, las dificultades para la dotación de equipamientos fundamentales y para la construcción de viviendas son enormes, ha calificado el presidente, quien ha recordado que dos tercios de la superficie total son propiedades de Defensa y espacios de reserva natural.
Vivas ha remachado la lista de ejemplos de servicios cuyo coste y necesidades son mayores por las singularidades de la ciudad con el de la recogida de basuras y la limpieza viaria, que en Ceuta, donde confluyen una compleja orografía y una alta densidad de población, incluida la flotante y el trasiego de la frontera, cuesta dos veces más por habitante que como media en el conjunto del país.
Con esta exposición, el presidente ha argumentado el plus de ayuda por parte del Estado. En esta línea, ha incidido en que los ceutíes merecen la misma calidad en los servicios locales que el resto de españoles y sin que ello repercuta en lo que los usuarios pagan por disfrutarlo, porque significaría penalizar la residencia en Ceuta.
El presidente de la Ciudad ha ahondado en lo que significan las ayudas del Estado. Básicamente, ha dicho, se concretan en el reconocimiento, como entidad local, de una hacienda peculiar para Ceuta, también para Melilla y, con algunos matices, para Canarias. Una hacienda, ha profundizado Vivas, que en esencia consiste en la cesión a estos ayuntamientos de un impuesto indirecto propio que sustituye, en las dos ciudades, al IVA. Bajo el formato de gravamen de las importaciones, esta fórmula viene aplicándose desde hace cerca de 70 años, aunque no siempre ha sido entendido ni atendido, ha comentado Vivas, con igual sensibilidad e interés por los distintos gobiernos de la Nación.
UNA MIRADA AL PASADO
El presidente se ha remontado a mitad de los años ochenta y principios de los noventa, un periodo "extraordinariamente difícil" que derivó en un clima de "pesimismo, desánimo y descontento" para enlazar con la "determinación e interés por remediar la situación" que supuso la llegada del Partido Popular al Gobierno de España.
Ha precisado dos hitos: la transformación, en 1996, de la anterior figura en el actual IPSI, reforzando la capacidad recaudatoria al incorporar el gravamen sobre los servicios y los impuestos especiales del tabaco y de los hidrocarburos; y la decisión, en 2002, de establecer un mecanismo de garantía legal para que la hacienda local, y por tanto el sostenimiento de los servicios, no dependan del comercio transfronterizo.
Estas dos medidas, y al margen de las ayudas específicas para la producción de agua, el traslado de residuos a la península, el fomento del empleo, la lucha contra el fracaso escolar y la promoción de viviendas públicas, ha continuado Vivas, representan un 45% del presupuesto total de la Ciudad.
El presidente no ha olvidado comentar que al cambio que todo esto ha permitido ha contribuido, también, la financiación que desde 1994 procede de la Unión Europea, y cuyo mayor importe en términos de ayuda media anual (21,6 millones de euros) se corresponde con el periodo 2000-2006.
A esto, Vivas se ha referido como reforzamiento de la hacienda "decisivo" para equiparar la calidad de los servicios locales a las medias nacionales y para, por un lado, cubrir el déficit de los servicios autonómicos transferidos (en la actualidad se cifra en 26,5 millones de euros anuales) y, por otra parte, favorecer la implicación de la Ciudad en las áreas de empleo, educación y servicios sociales, a lo que la Ciudad dedica otros 26 millones de euros al año.
Para el presidente, esto es parte de la historia y del presente de una hacienda peculiar que justificada que ahora afronta un futuro de retos y de proyectos: desde responder a la crisis sin que la austeridad y contención del gasto repercutan negativamente en la calidad de los servicios.
Llegado a este punto, Vivas ha razonado la necesidad de mejorar los rendimientos, corregir el déficit de los servicios transferidos y lograr que se compense el sobre coste que provocan los condicionantes estructurales.
RETOS DEL FUTURO: APOYO ESTABLE DE LA UE
El reconocimiento por parte de la Unión Europea de un marco estable de apoyo para Ceuta y Melilla, constituye una prioridad para los próximos años, ha sentenciado Vivas, quien también se ha referido a la necesidad de revisar el IPSI para convertirlo en un instrumento útil al servicio de la mejora de la competitividad de la economía ceutí y del comercio en particular.
Esta revisión, ha precisado, debe enmarcarse en el conjunto de medidas que también han sido planteadas para potenciar la actividad productiva y, de esta forma, generar empleo y combatir el paro, el problema principal y más acuciante. Medidas, ha resumido el presidente, que se corresponden con la conveniencia de ampliar los actuales incentivos económicos y fiscales y con la necesidad de abaratar los costes del transporte, entre otros objetivos.
En el campo de los incentivos económicos y en favor del empleo, Vivas ha subrayado el establecimiento de las bonificaciones del 40% en las cuotas empresariales a la Seguridad Social, medida que, ha recordado, implantó el gobierno en el que era vicepresidente Javier Arenas.
Por lo demás, el presidente ha apelado a la lealtad institucional y a la colaboración entre administraciones como máxima para afrontar los retos. Y también ha precisado que el equilibrio territorial, el reconocimiento de los hechos diferenciales dentro del conjunto de la nación, y la solidaridad son valores fundamentales para la convivencia democrática.