El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, ha apelado hoy al patriotismo y a la responsabilidad de las administraciones como camino para salir de la dura crisis por la que está atravesando España, ha situado el paro como el principal problema de Ceuta, ha reclamado la implicado de todos los actores económicos para conseguir la potenciación del tejido productivo y ha defendido la validez del Estatuto de Autonomía, al tiempo que se ha mostrado dispuesto a la conversión en Comunidad Autónoma, aunque lo ha condicionado al consenso. Estas han sido las líneas básicas del discurso que Vivas ha pronunciado en el acto institucional que se ha celebrado en el Teatro Auditorio del Revellín con motivo del Día de Ceuta, y en el que han recibido la Medalla de Autonomía el Instituto de Estudios Ceutíes y la Residencia Nazaret.
En opinión del presidente, ante la "muy severa" prueba a la que está sometida España debido a la situación económica, el patriotismo sigue siendo "útil y necesario", si bien no es la única receta: "Se requiere realismo en el diagnóstico, determinación para acometer las reformas necesarias, y una respuesta decidida de las instancias europeas a favor de la moneda común", pero también –sostuvo Vivas– hace falta "la firme voluntad de convertir el reto en una causa nacional en la que todos estemos implicados". Es decir, "la solución tiene que ser España, más España", dijo el jefe del Gobierno local, quien se mostró convencido de que "a fuerza de perseverancia, empeño compartido y unidad", este país puede volver a la senda de la prosperidad, la estabilidad, el crecimiento y la creación de empleo.
Junto a esto, consideró que las administraciones tienen "la obligación" de actuar con sometimiento a los dictados de la ejemplaridad ("para hacer lo que haya que hacer, aunque suponga desgaste o no sea agradable"), la humildad ("para enmendar cuando sea necesario, para oír a los demás y para no creerse en posesión de la verdad absoluta") y la responsabilidad ("para no generar falsas expectativas, para contar la verdad, y para decirle a los españoles que no existen atajos, que la superación de la crisis no será gratuita, y que, por tanto, no es posible eludir los esfuerzos y sacrificios"). En este sentido, recordó que los españoles ya salimos de las crisis de 1977, 1986 y 1999, por lo que lanzó un mensaje de "confianza, esperanza e ilusión".
Por todo ello, el presidente de la Ciudad no solo defendió un apoyo a Ceuta del resto de España, sino "una solidaridad de ida y vuelta". "Ceuta ni puede ni quiere estar al margen de la situación de emergencia nacional que estamos viviendo, Ceuta está dispuesta a arrimar el hombro y no se va a instalar en aquello de y de lo mío qué; es el tiempo de compartir sacrificios, de asumir renuncias y de aceptar aplazamientos. No es el momento de los particularismos, es el momento de la generosidad y de la unidad con mayúsculas", reflexionó Vivas, apelando a la necesaria lealtad institucional.
Rigor presupuestario, austeridad y Estatuto
Para el máximo mandatario de Ceuta, la descentralización política ha sido "beneficiosa" para el conjunto de España, pero a su juicio eso debe defenderse con la misma convicción que la necesidad de adoptar medidas para garantizar en todas las administraciones "un comportamiento respetuoso con el rigor y la disciplina en materia presupuestaria y financiera, y una gestión de los recursos y servicios públicos transparente, austera y eficiente, y en la que las competencias de todos estén claramente definidas y diferenciadas y las prioridades marcadas, de conformidad con criterios razonables y coherentes". Se trata, por tanto, de aplicar las mismas recetas que las empresas: "no gastar más de lo que se ingresa, evitar las duplicidades, asignar los cometidos por razones de eficiencia, y establecer unos límites de gasto consecuentes".
"Ésta es, por tanto, la posición del Gobierno de la Ciudad: sí al modelo autonómico, y sí a las reformas que se precisan para hacer de nuestras administraciones territoriales, autonómicas y locales, unas entidades más austeras y eficientes, y más cercanas a los ciudadanos; y en todo caso, subordinadas al Estado en lo que concierne al cumplimiento de nuestros compromisos con Europa. Estas son, en nuestra modesta opinión, las exigencias del presente, pero también son las claves del futuro", razonó.
En cuanto al Estatuto de Autonomía, dijo que el texto arroja "más luces que sombras" y dejó claro que la españolidad de Ceuta "no depende de que nuestra ciudad sea o no comunidad autónoma". No obstante, consideró que no debemos renunciar a la conversión en comunidad autónoma, si bien lo condicionó al "necesario" consenso, y defendió que las prioridades han de centrarse ahora en: delimitar claramente el campo competencial", teniendo en cuenta la doble condición de entidad autonómica y local; garantizar la sostenibilidad de los servicios públicos, poniendo especial énfasis en las cada vez más acusadas necesidades sociales; y establecer las bases para la necesaria estabilidad financiera y presupuestaria. Y todo ello acompañado de una estructura organizativa y de funcionamiento que asegure "agilidad en los procedimientos y transparencia y eficacia en la gestión", agregó el jefe del Gobierno local, para quien esta receta es "el mejor servicio que podemos prestar a los ceutíes en la actual coyuntura".
Paro y reactivación económica
En relación a la situación de Ceuta, Vivas dijo que resulta "evidente" los avances que ha experimentado la ciudad en los últimos años, especialmente en equipamientos e infraestructuras, en niveles de calidad de los servicios públicos, en suficiencia financiera, y en presencia institucional, aunque también es evidente que hay "muchas" asignaturas pendientes, empezando –dijo– por "el crónico, grave e inaceptable" problema del paro. En su opinión, se trata de un asunto que "precisa el empeño y la implicación de todos en la búsqueda de soluciones", que requiere medidas paliativas como los planes de empleo, pero que sobre todo demanda soluciones "estables y consistentes" que obligatoriamente pasan por la necesidad de potenciar el tejido productivo y aumentar su peso en el conjunto de la actividad económica local, porque, salvo actuaciones puntuales, el sector público ha agotado su capacidad para seguir creando empleo de manera directa.
En este sentido, y aunque Ceuta lleva 30 años intentando buscar un nuevo modelo que sustituya al del bazar, el avituallamiento a buques y el consumo de los militares, defendió la utilidad del Plan Estratégico que aprobó por unanimidad el Pleno de la Asamblea con el apoyo de los agentes económicos y sociales. Este modelo, como recordó Vivas, pasa por la potenciación de la demanda procedente de Marruecos; la mejora de la conectividad, especialmente en lo que hace referencia a los precios del transporte marítimo; la actualización de los incentivos fiscales y la modernización de la imposición indirecta; el fomento del desarrollo endógeno; la ampliación de la oferta comercial y de servicios; y el apoyo a los proyectos considerados estratégicos.
Junto a esto, el jefe del Gobierno local se comprometió a "poner toda nuestra voluntad, y cuantos medios estén a nuestro alcance" para que "algún día el desempleo deje de ser una pesadilla" en la ciudad, y pidió a los ciudadanos que se involucren y participen "en el objetivo común e irrenunciable de lograr una Ceuta cada día más moderna, atractiva y cohesionada".
Medallas de la Autonomía
El presidente de la Ciudad no se olvidó en su discurso de referirse a las dos entidades que este año han sido galardonadas con la Medalla de la Autonomía, el Instituto de Estudios Ceutíes y la Residencia Nazaret, de la Pía Unión Fraternidad de Cristo. Del organismo autónomo de la Ciudad destacó "el prestigio, la excelente reputación y la vocación de servir a Ceuta", además de su utilidad: "Si el Instituto de Estudios Ceutíes no existiera, habría que fundarlo con urgencia", aseveró. Acerca de su presidente, Simón Chamorro, y su quipo, resaltó su ejemplo de dedicación desinteresada y su equilibrio y ecuanimidad, además del cariño "militante y eficaz" hacia Ceuta.
De la Residencia Nazaret, el presidente subrayó la constancia, la eficaz colaboración que presta a la Ciudad y, sobre todo, el amor al prójimo que preside la institución. "La Medalla concedida representa el reconocimiento de la Asamblea, de todos los ceutíes, a una obra magna que se asienta sobre sólidos pilares y se mantiene fiel a sus principios", resumió.