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Ceuta muestra desde el Senado su realidad mediante su historia

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CONJUNTO MONUMENTAL MURALLAS REALESEn el atardecer del 21 de agosto de 1415, Juan Vaz de Almeda tremoló el Pendón Real y la bandera de Lisboa en la Torre de Vela de Ceuta. Faltaban todavía 77 años para que los Reyes Católicos culminaran en Granada la Reconquista y Ceuta entraba en la Era Moderna. Se iniciaba entonces un periodo de dos siglos en los que en la hoy ciudad autónoma se hablaba, se pensaba y se sentía en portugués, hasta que tras la separación de las coronas de Castilla y Portugal (1640), los ceutíes decidieron ser españoles; una decisión por la que la ciudad añadió el título de Fidelísima a los de Noble y Leal.

Dentro de dos años, Ceuta celebrará el 600 aniversario de su entrada en la Era Moderna. Para esta conmemoración nació hace tres años la Fundación Ceuta Crisol de Culturas 2015, que mañana, día 21, se presentará oficialmente en el Salón de Pasos Perdidos del Senado. En el acto, que presidirá el presidente de la Cámara Alta, Pío García Escudero, participará el presidente de la Ciudad Autónoma de Ceuta, Juan Vivas, quien acercará al auditorio el pasado y el presente de la ciudad. Junto a él intervendrán la senadora por Ceuta Luz Elena Sanín y Antonio Carmona Portillo, doctor en Historia y escritor, quien pronunciará una conferencia sobre el pasado portugués de Ceuta. También estará presente el comisario de la Fundación Ceuta Crisol de Culturas 2015, Jesús Cayetano Fortes.

La Fundación trabaja ya en los preparativos de la celebración de un pasado luso cuyos posos siguen estando presentes en la ciudad. El escudo, la bandera y el bastón de mando que hoy simboliza el poder municipal son parte de la herencia de los símbolos que dejó la ocupación lusa. Pero también la patrona, la Virgen de África, una talla de principios del siglo XV que, en 1421, Enrique El Navegante, el hijo de Juan I de Portugal, envío a Ceuta para proteger la ciudad en la que los lusos iniciaron su expansión transoceánica. Y si se quiere un símbolo más visible, no cabe duda de que este es el conjunto monumental de las Murallas Reales, una fortificación defensiva, modificada y ampliada a lo largo de los siglos, cuya construcción iniciaron los portugueses sobre una muralla califal, que hoy se está recuperando.

Para la Ciudad Autónoma, la celebración del 600 aniversario de la Ceuta portuguesa es una oportunidad histórica, por un lado, para combatir, empezando por nuestro país, el desconocimiento existente acerca de la historia y la realidad de la ciudad y para explicar por qué Ceuta es Europa en África y, por otro, para saldar esa deuda pendiente que la ciudad tiene con Portugal.

Una deuda con Portugal

Quizás no solo Ceuta tiene esa deuda pendiente con Portugal, sino también España, que seguramente ha vivido de espaldas a la realidad ibérica por la que un día y durante 60 años, entre 1580 y 1640, fuimos un solo Estado, y todo ello a pesar de compartir 1.214 kilómetros de frontera a lo largo de siete provincias españolas y diez distritos lusos. En definitiva, Ceuta puede ser la excusa que tiene España para que se produzca esa confraternización.

Para que desaparezcan esas reticencias y para unir a España y Portugal, la Fundación ya ha pedido al Gobierno español el reconocimiento de 1415 como hecho histórico y ha iniciado ya contactos con el Gobierno portugués, la Embajada lusa en España y la Alcaldía de Oporto, la ciudad desde la que emprendieron su viaje las tropas de Juan I de Portugal después de que su hijo, Enrique El Navegante, le convenciera de la conveniencia de llevar a cabo esta empresa, en la que el propio infante tomó parte.

El objetivo es buscar puntos de encuentro y organizar actividades, principalmente, culturales que los ponga de manifiesto. Algunas de ellas ya se han celebrado, otras serán en 2015 y otras, más allá de la efeméride, porque las actividades de la Fundación tienen vocación de continuidad.

La intención es que, a pesar de la crisis, estas actividades no solo se financien con dinero público y que el tejido empresarial pase de ser observador a protagonista. De momento, Ceuta espera sabedora de que su pasado es una oportunidad para darse a conocer y para que la historia vuelva a unir a España y Portugal.