El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, ha participado hoy en los actos de hermanamiento de las patronas y alcaldesas perpetuas de Ceuta y Algeciras, Santa María de África Coronada y Santa María de la Palma, que han girado en torno a una recepción institucional celebrada en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de la población gaditana y una eucaristía en el templo de la Virgen de la Palma, a cuyo término se ha oficializado el hermanamiento por parte de los hermanos mayores de la Hermandad algecireña y de la Cofradía ceutí, José María Villa y José Antonio Fuentes.
Para Vivas, "este hermanamiento no es un acto protocolario", sino "una apelación a los sentimientos" porque algecireños y ceutíes –razonó– mantienen una relación con su Patrona "profunda y arraigada en el alma". "Cuando rezamos a nuestra Patrona, cuando les manifestamos nuestra devoción, estamos sacando a relucir de lo más íntimo de nuestros corazones momentos y vivencias inolvidables: detrás de la relación con la Patrona está, de una manera u otra, el nacimiento de nuestros hijos, la decisión de compartir la vida con otra persona, el adiós de los seres más queridos, el recuerdo de la infancia, de la juventud...", agregó en el discurso pronunciado en el acto institucional celebrado en el Ayuntamiento de Algeciras, que presidió su alcalde, José Ignacio Landaluce.
El jefe del Gobierno local subrayó que la Virgen de África y Santa María de la Palma son patronas de dos ciudades que forman parte del "círculo mágico del Estrecho" e hizo referencia a los vínculos entre las dos ciudades. Así, hizo mención a los elementos comunes que unen a Ceuta y Algeciras, entre los que destacó la historia, el clima, el carácter, el acento, la sangre y la patria, además de "una relación familiar que hace que nos sintamos como en casa" y que ocasiona, por ejemplo, que haya algecireñas que se llaman África como ceutíes que se llaman Palma.
"Son dos patronas de ciudades que suenan, huelen y saben a mar, dos patronas marineras que llegaron por mar a sus respectivas ciudades, la de Algeciras desde Italia, y aquí quiso quedarse para siempre, y la de Ceuta desde Portugal, y allí quiso quedarse de manera rotunda y llamarse África", subrayó el presiente de la Ciudad, son olvidar poner de manifiesto el carácter multicultural y la convivencia que caracterizan a Ceuta.
Fortaleza para elegir el buen camino
Vivas pidió a la Virgen de África y a Santa María de la Palma que "no falte nunca" la fortaleza "para elegir el camino del bien, para favorecer la concordia y la convivencia por encima de credos, de razas y de cualquier otra condición, para primar y cuidar la igualdad sin ningún tipo de discriminación y para que en estos momentos de dificultad centremos nuestros esfuerzos en quienes más lo necesitan". El presidente dirigió esta "plegaria" también hacia los enfermos para desearles "salud", deseó "auxilio, amparo y socorro" a los afligidos, a los desempleados, a quienes sufren las consecuencias de la guerra y del hambre,locomoción también a las víctimas de violencia de género, del terrorismo y del racismo.
El presidente concluyó su discurso expresando sus sentimientos entorno a este acto: "Todos hoy tenemos una imagen del semblante de una piedad con el dolor en el regazo que entre flores y piropos mira de una manera rotunda a la otra orilla en la que hoy estamos; una mirada que sobre todo y por encima de todo es una mirada de amor".
El acto concluyó en la Iglesia Mayor de Santa María de la Palma, donde se celebró una eucaristía y se oficializó el hermanamiento entre las dos patronas –autorizado por el Obispado de Cádiz y Ceuta– que formalizaron los hermanos mayores de la Hermandad algecireña y de la Cofradía ceutí, José María Villa y José Antonio Fuentes, además de sus respectivos directores espirituales y del propio Obispado. Vivas recibió la Medalla de la Virgen de la Palma en el transcurso de este hermanamiento, que estrecha los lazos de unión entre estas entidades y establece cauces efectivos de colaboración entre ellas.