El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, ha sido protagonista hoy del desayuno informativo de Nueva Economía Fórum en el marco de su tribuna Fórum Europa. Vivas ha sido presentado por la ministra de Fomento, Ana Pastor, y ha estado respaldado también por los ministros del Interior, Jorge Fernández Díaz, y de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, el secretario general y el portavoz del PP en el Senado, Antolín Sanz y José Manuel Barreiro y el alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, además de diputados y senadores, entre ellos el expresidente de la Junta de Andalucía Manuel Chaves, quienes han asistido al acto. También han estado presentes el delegado del Gobierno, Francisco Antonio González Pérez, los tres parlamentarios ceutíes, Francisco Márquez, Luz Elena Sanín y José Luis Sastre, el presidente de la Autoridad Portuaria, José Torrado, además de los consejeros de Educación, Cultura y Mujer y Sanidad y Consumo, Mabel Deu y Abdelhakim Abdeselam, y otras personalidades y empresarios como el presidente de Balearia, Adolfo Utor, que llenaron la sala del Hotel Ritz de Madrid donde se ha celebrado.
Durante su intervención, Vivas ha defendido "la comprensión, la compasión, la solidaridad y la actitud humanitaria" como receta para el trato a los inmigrantes, aún cuando puedan vivirse en ocasiones situaciones "dramáticas" y la presión sea "muchas veces insoportable por su intensidad". En este sentido, defendió "el cumplimiento de los procedimientos y normativa que regulan la inmigración, y medios, suficientes y eficaces, para garantizar la seguridad de las fronteras". "Son dos condiciones, dos requisitos, que considero necesarios para hacer de los flujos migratorios un factor que contribuya al desarrollo y el bienestar de todos", afirmó, no sin antes asegurar que la Guardia Civil y la Policía Nacional "merecen el mayor de los reconocimientos y respaldo por la imprescindible labor" que realizan.
Además, advirtió de que "eliminar o aliviar los mecanismos para la contención y control de la inmigración irregular o ilegal", además de "dar satisfacción a los intereses de las organizaciones mafiosas que trafican con seres humanos, conduce inevitablemente a una indeseable e insostenible división entre ciudadanos con papeles y ciudadanos sin papeles; al desarrollo de la economía sumergida; a la proliferación de bolsas de marginalidad y exclusión, con los riesgos que ello conlleva cuando esta adquiere rasgos raciales o culturales; y a la generación de un caldo de cultivo propicio para la xenofobia y el racismo".
En su intervención en este foro de debate de referencia en España, el presidente de la Ciudad aprovechó para reclamar "una implicación de todos" a la hora de abordar este fenómeno. "Implicación para llevar a cabo una adecuada política de ayudas al desarrollo en los países emisores, dotándola de recursos suficientes; implicación para atender la necesaria colaboración de los países de tránsito; implicación para compensar los efectos negativos de la inmigración irregular en los territorios más directamente afectados por la presión, como es el caso de nuestras fronteras del sur. En suma –continuó– implicación para articular y llevar a cabo una verdadera política común de inmigración en la Unión Europea". Pero pese al desafío, "el reto debe incentivar la afirmación y fortalecimiento de estos valores, principios y convicciones", aseguró.
Las consecuencias de la frontera
Vivas abordó también el tema de la frontera desde el punto de vista de las relaciones con Marruecos. En cuanto al comercio transfronterizo, manifestó que aún cuando esta actividad supone entre un 25 y un 30 por ciento de la economía de Ceuta, el balance de las relaciones transfronterizas "beneficia mucho más a la zona marroquí", por cuanto son decenas de miles las familias marroquíes que viven de este comercio y que trabajan en Ceuta, y porque "son muchos los ceutíes que compran en Marruecos, y muchos los vecinos de la provincia de Tetuán que reciben en Ceuta asistencia hospitalaria y atención por parte de los servicios sociales". El presidente admitió las carencias del paso fronterizo, por lo que defendió la realización de una actuación integral en la frontera, la carretera nacional y las barriadas del entorno.
Vivas hizo referencia también al resto de condicionantes que limitan las posibilidades de desarrollo de Ceuta y recordó que la entrada de España en la UE terminó con "la prolongada época de bonanza económica" que había vivido la ciudad desde los años 70, a lo que se sumó la apertura de la verja de Gibraltar y la drástica reducción del contingente militar. Todo ello supuso "la puntilla para ese modelo económico basado en el bazar, el puerto, y el consumo de los militares", tal y como expuso el jefe del Gobierno local, que situó en este momento la conversión del paro en un problema "crónico y estructural" que, con el tiempo, se acentúa por "el constante y significativo" incremento de la población, y todo ello ante "la debilidad de un tejido productivo incapaz, por razones objetivas, de superar los condicionantes".
Del abandono al apoyo
La caída del modelo debilitó también a la hacienda local, y el resultado fue "la imposibilidad de acometer las inversiones que requerían el buen funcionamiento de los servicios y equipamientos básicos", lo que unido a la inestabilidad política, y las dudas y retrasos a la hora de definir el encaje de Ceuta en la nueva estructura autonómica del Estado, "pusieron lo que faltaban para generar un clima de sensación de abandono y de desconfianza", explicó el presidente.
Mientras en otros lugares de España se hacían en ese momento reconversiones industriales, Ceuta logró hasta el apoyo que necesitaba hasta que en 1996 llegó "un nuevo gobierno que asumió como objetivo político prioritario la convergencia de Ceuta con el resto de España, en equipamientos y servicios fundamentales, y la estabilidad de la ciudad". A partir de ahí, y como expuso el presidente, se cede a la Ciudad los impuestos especiales sobre hidrocarburos y sobre el tabaco, y el extinto ITE; se resuelven las controversias legales que afectaban al IPSI; se garantiza, mediante ley, la recaudación del mencionado tributo; y se establecen ayudas específicas en las materias de educación, empleo, servicios sociales, menores y producción de agua, entre otras decisiones.
Una localización empresarial atractiva
Pero el esfuerzo hecho, continuó explicando el jefe el Ejecutivo autónomo, "no ha sido suficiente para atajar el problema del paro estructural" en una economía que tiene que competir con los bajos precios de Marruecos y con el paraíso fiscal de Gibraltar, y que como consecuencia del desempleo tiene que hacer frente a unos índices de pobreza y exclusión social muy superiores a las medias nacionales. No obstante, Vivas dijo que Ceuta cuenta con "el inequívoco apoyo del Gobierno de la Nación" que ni tan siquiera se ha visto mermado "en unos momentos en los que España se ha visto obligada a realizar un esfuerzo de ajuste y consolidación fiscal como nunca antes habíamos conocido".
El presidente de la Ciudad expuso las ventajas del "atractivo y poco conocido" Régimen Económico y Fiscal para subrayar que "Ceuta es tierra de oportunidades y una localización empresarial sugestiva", además de "un destino atractivo".
En definitiva, "Ceuta no es solo la frontera sur de Europa en África; no es solo un punto de contención y control de la inmigración irregular; no es solo un lugar donde se presten importantes servicios a España y Europa; no es solo una realidad económica y social compleja, que demanda, de manera justa, la solidaridad del resto de los españoles. Ceuta tiene, como todo el mundo, problemas, pero, por muy singulares que sean los nuestros, Ceuta no es un problema; Ceuta, y lo digo con total convicción, no exenta de pasión, es mucho lo que ofrece a la casa común, sobre todo desde la perspectiva de lo intangible, de los valores", remachó.