La Ciudad de Ceuta, con el presidente a la cabeza, ha renovado el Voto de Gracias a la Patrona, una tradición que se remonta a 1651. "La Corporación de Ceuta se presenta ante ti [...] para pedirte esperanza y consuelo para los que sufren por la enfermedad, por el paro, por la ausencia de seres queridos, por el desamparo o por la soledad no deseada", ha iniciado Juan Vivas su intervención ante la "querida Madre", a la que ha pedido, también, "que en Ceuta nunca prospere el odio, la violencia, el fanatismo o la xenofobia; que en Ceuta, los ceutíes, cualquiera que sea su origen o credo, sigan sembrando la semilla de la paz, la fraternidad, la concordia y la convivencia".
"Con toda humildad", el presidente ha instado a la Virgen en esta tradicional fórmula de la renovación del Voto de Gracias que conceda a los gobernantes "sabiduría para saber distinguir el bien del mal, fortaleza para elegir siempre el camino del bien, y templanza, ecuanimidad y decencia en la tarea de servir y representar a todos los ceutíes, sin ningún tipo de discriminación, en plena igualdad de oportunidades, derechos, deberes y obligaciones".
"Para pedirte, como Madre y Patrona, que Ceuta, tu querida Ceuta, sea tierra de prosperidad y de encuentro, un lugar en el que todos los ceutíes nos impliquemos en la irrenunciable aspiración de lograr un futuro mejor para nuestros jóvenes", ha continuado la plegaria, en la que han tenido cabida estos compromisos: "El de procurar ser justos en nuestras decisiones, el de dar preferencia a los más necesitados, a los más débiles, a los más vulnerables; y el de defender y servir a España, nuestra principal razón de ser, ahora y siempre, y para lo que sea menester".
"En fin, querida Madre y Patrona, gracias de todo corazón por ser aliento, amparo, lucero, consuelo y guía de todos tus hijos", ha concluido Vivas antes de leer el texto tradicional.