La Ciudad Autónoma iniciará en los próximos días la construcción de la pasarela peatonal sobre la carretera N-352, a la altura de la barriada Miramar, una vez que la Consejería de Fomento ya dispone de la correspondiente concesión de la ocupación del dominio público marítimo terrestre otorgada por la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y el Mar.
La autorización es necesaria, para comenzar esta actuación, a la que se va a destinar 1.760.000 euros y que está incluida en el eje de barriadas del Plan de Obras 2017-2019. El proyecto cuenta además con la autorización previa de la Dirección General de Carreteras del Ministerio de Fomento.
Las obras, de las que se encargará la empresa Tragsa mediante una encomienda de gestión, tienen un plazo de ejecución de 11 meses y permitirá no solo que los peatones puedan cruzar con total seguridad la vía a través de este paso elevado, sino que también se creará un nuevo acceso a la playa. Ambas infraestructuras harán de la zona un lugar más seguro y accesible para todos los ciudadanos, ya que, además de facilitar el paso a los viandantes entre ambos márgenes de la carretera, con la nueva pasarela, el tráfico será más fluido y su construcción permitirá eliminar el paso de peatones actual.
El compromiso del Gobierno ceutí con la seguridad de sus ciudadanos se materializa en esta infraestructura de 58 metros de largo y unos 3 metros de ancho que cruzará la carretera nacional a una altura aproximada de 5,5 metros. Para acceder a ella, desde el lado opuesto a la playa, se podrá hacer a través de una rampa, o bien, a través de unas escaleras independientes.
La pasarela diseñada está constituida por una viga metálica principal que cruza sobre la carretera nacional y que se apoya sobre un pilono principal que se prolonga en voladizo más de 20 metros, lo que permitirá el desembarco de la pasarela en la cota del paseo marítimo principal.
Los trabajos de Tragsa incluyen, además de las construcciones citadas previamente, la reforma de un tramo del paseo de la Avenida Martínez Catena, que tras la actuación llegará hasta el cruce de la Almadraba. Gracias a esta remodelación, las barreras arquitectónicas desaparecerán y las personas con movilidad reducida dispondrán de nuevos accesos tanto a la playa como al paseo marítimo.