La empresa Tragsa, a la que la Consejería de Fomento ha encargado la ejecución de las obras de la calle Alcalá del Valle, ha incorporado a los trabajos esta semana una máquina de micropilotes, con la que se están ejecutando las tareas de refuerzo y consolidación del talud mediante la introducción de tubos de acero para estabilizar el terreno.
Se trata de una técnica, la del micropilotaje, cada vez más extendida y utilizada tanto en edificación como en obra civil empleada para la cimentación y para la contención de taludes.
Las obras, que tienen un plazo de ejecución de cuatro meses, avanzan a buen ritmo, incluyen no solo la consolidación del talud que linda con la calle, sino una mejora de la plataforma viaria, lo que contribuirá a mejorar la seguridad de los vecinos.
Por otra parte, el consejero de Fomento, Néstor García, ha mantenido una primera reunión con una representación de los vecinos, que se desarrolló en un tono cordial y positivo, para analizar alternativas de tránsito y buscar soluciones para que el corte de la calle, mientras se ejecutan las obras, les afecte lo menos posible. Estos contactos entre la Consejería y los vecinos serán permanentes durante el tiempo que se prolonguen los trabajos.
Hay que recordar que se trata de una actuación que la Ciudad Autónoma acomete de manera subsidiaria atendiendo al riesgo que supone el talud para los vecinos por los informes que, sobre la inestabilidad del terreno, tiene la Consejería de Fomento y que dificultan en estos momentos, el tránsito por la zona. Las actuaciones de mejora de la accesibilidad y urbanización tienen un presupuesto de 385.419 euros.