El portavoz del Gobierno, Guillermo Martínez, ha anunciado hoy en rueda de prensa que la gran mayoría de las 130 empresas que se beneficiarán de la adhesión de la Ciudad al sistema de pago a proveedores que ha puesto a disposición de las entidades locales el Gobierno de España para liquidar la deuda comercial contraída son pymes y autónomos radicados en Ceuta. En concreto, un 80 por ciento de los beneficiarios cumplen esas características. Ese sistema de pago permitirá a la Ciudad liquidar unos 75 millones de euros, montante al que asciende la deuda comercial del Ayuntamiento y de cada una de las empresas y organismos públicos y que significa menos de un tercio del presupuesto consolidado de la Ciudad para un ejercicio.
Martínez se ha referido al sistema como "absolutamente acertado", pues a la Administración local le permitirá poner a cero el contador de la deuda comercial y, además, supondrá una inyección de dinero "importante" en la economía local a partir de mayo, que es cuando los proveedores empezarán a cobrar, con el consiguiente efecto dinamizador.
No es la única lectura positiva posible. A lo explicado se suma el Plan de Estabilidad a diez años vista en el que trabaja el Gobierno a iniciativa propia. Incluye el compromiso de no asumir préstamos con los bancos en los próximos diez años y permitirá zanjar, también, la deuda financiera. Ese Plan de Estabilidad, que al igual que el Plan de Ajuste para hacer viable el pago del crédito y al que obliga la adhesión al sistema de pago a proveedores, será sometido al debate plenario antes de terminar el mes, garantizará el pago de las obligaciones contraídas y la prestación de los servicios públicos y sociales "en términos análogos a los de la actualidad" sin incrementar la presión fiscal y conforme a unas previsiones de ingresos realistas, pues están basadas en los ingresos reales de los tres últimos ejercicios, y en una estimación de crecimiento económico conservadora (un 1% al año).
En definitiva, liquidar la deuda comercial y la financiera será posible sin que se vean afectados los servicios públicos básicos y los servicios sociales y dedicando el superávit de cada una de las próximas diez anualidades a la inversión como elemento dinamizador de la economía, pues según este escenario presupuestario, la Ciudad no solo no tendrá déficit sino que dispondrá de un "importante" superávit, continuo año tras año, que se dedicará a inversión pública: un elemento dinamizador de la actividad económica.
CEUTA SÍ PUEDE LLEVAR A CABO EL AJUSTE
Una vez puesto a cero el contador de la deuda comercial, el compromiso "irrenunciable" del Gobierno pasa por pagar a los proveedores en un plazo no superior a los 60 días. "No todos los ayuntamientos lo podrán hacer", ha subrayado el portavoz en relación a la posibilidad de adherirse al sistema de pago a proveedores, "sino solo los que tiene solvencia para asumir ese pago en 10 años", luego, "lamentablemente, muchos municipios, con una deuda desorbitada, no pueden llevar a cabo el ajuste y acogerse a este plan".
No es el caso de Ceuta, cuya situación en lo que se refiere a la deuda con proveedores no es exclusiva sino todo lo contrario: "Basta ver los telediarios para conocer lo que está pasando en todo el país: muchos municipios tienen problemas con el pago de las nóminas; en muchos se han cortado actividades culturales y de festejos e incluso el suministro eléctrico en sus dependencias municipales; se produce el cierre de empresas públicas, expedientes de regulación de empleo...", ha relatado Martínez, quien ha enfrentado esas "drásticas" soluciones al escenario local, en el que se afrontarán los compromisos manteniendo ya no solo el nivel y calidad de los servicios públicos y sociales sino, también, el empleo.
EL ORIGEN DE LA DEUDA, LA CAÍDA DE INGRESOS
En cuanto a la deuda, que tiene su origen en la caída ingresos tanto de transferencias del Estado como propios, el portavoz del Gobierno ha razonado que la Ciudad, al elaborar sus presupuestos, se basa en la estimación de ingresos que permite dibujar, a su vez, la previsión que, conforme a las variables macroeconómicas y de crecimiento, hace el Gobierno de España.
Como el anterior Ejecutivo central llegó a corregir esas estimaciones "irreales" hasta 3 y 4 veces "siempre a la baja", también las previsiones de ingresos de la Ciudad "iban siendo minoradas" durante el ejercicio, si bien existían compromisos inicialmente previstos. "Si luego no se produce el ingreso, la única solución es dejar de pagar obligaciones contraídas", que en el caso de la Ciudad de Ceuta suponen el 80 por ciento de la deuda, ya que apenas un 20 por ciento se corresponde con obras de emergencia y otros imprevistos atendidos y avalados por los correspondientes informes técnicos.
"La deuda que se va a certificar ante el Ministerio de Hacienda por parte del interventor mañana asciende a 75 millones euros. Es la cifra cerrada a mediodía si bien se están perfilando algunas certificaciones y comprobando la idoneidad de incluirlas", de manera que la cifra final, que incluye la de la Ciudad y la de cada una de las empresas y sociedades que de ella dependen, oscilará entre los 75 y los 80 millones de euros, ha precisado Martínez.
PLAN APARCA, SANTA CATALINA Y ESTACIÓN FERROCARRIL
De esa cantidad total, un 50% corresponde a gastos corrientes y el otro 50% está relacionado con inversiones, como las del Plan Aparca, que ha servido para la construcción de aparcamientos y plazas públicas en el Polígono Virgen de África, San José y Terrones; la remodelación de la Estación Ferrocarril, que ha supuesto no solo la creación de un espacio sino, también, la recuperación de esa pieza del patrimonio local; el sellado del vertedero de Santa Catalina, proyecto que contempla la creación de 60.000 metros cuadrados de espacio verde; y muchas obras acometidas en la red de abastecimiento y saneamiento, con la consiguiente reducción notable de las pérdidas de agua por el mal estado de esa infraestructura.
Son dos los motivos de la acumulación de pagos sin cumplir relacionados con inversiones. El primero, las liquidaciones de algunas grandes inversiones con apartados fuera de contrato o presentadas fuera de plazo y que debieron acometerse para la ejecución del contrato inicial y, el segundo, la realización de trabajos con carácter de emergencia, como pueden ser, por ejemplo, los necesarios para reparar una tubería rota.
En cuanto a la deuda corriente, está relacionada, por un lado, con la necesidad de mantener determinados servicios una vez vencido un contrato y mientras se resuelven las cuestiones administrativas pertinentes hasta la adjudicación del siguiente, situación exclusiva de servicios cuya prestación no se puede suspender, como ha ocurrido, por ejemplo, en el caso de la transferencia de residuos. Por otra parte, y de forma más explícita, Guillermo Martínez ha explicado que el principal motivo de esa deuda deriva de compromisos que no se han podido afrontar por falta de Tesorería, como algunas mensualidades del servicio de limpieza viaria, de alumbrado público, del traslado de residuos sólidos urbanos a la península o de Telefónica.
INFORMES TÉCNICOS AVALAN LA DEUDA CERTIFICADA
"Que quede claro", ha subrayado el portavoz, "que lo certificado está avalado por los informes técnicos de funcionarios de la Ciudad y que son realizaciones concretas, debidamente realizadas con precios de mercado". "Que no le quepa la menor duda a nadie", ha enfatizado.
De hecho, la gran mayoría, hasta un 80 por ciento, como ha insistido el portavoz, son obligaciones que derivan de contratos debidamente formalizados que no fueron abordados por falta tesorería. "La deuda es clara y será pública", ha señalado para explicar que una vez se certifique ante el Ministerio de Hacienda, se abrirá un plazo de quince días para que los proveedores puedan comprobar si están relacionadas las deudas que reclaman al Ayuntamiento y, así, verificar esa relación.
