Los efectos de la crisis han llevado al Gobierno a actualizar el Plan de Estabilidad Presupuestaria 2012-2021 que aprobó el pasado mes de marzo. La caída de los ingresos y la renuncia del Gobierno a la venta del patrimonio –con la que se financiaba en parte el Plan de Inversiones– a los precios que ofrecía el mercado han motivado la revisión de este Plan, con el que se garantiza la suficiencia financiera y el mantenimiento del empleo estructural, de los servicios públicos y de las prestaciones sociales, tal y como ha expuesto hoy el consejero de Hacienda, Economía y Recursos Humanos, Guillermo Martínez, al someterlo a la consideración del Pleno de la Asamblea, que lo ha aprobado con el voto favorable del Partido Popular.
En el Plan, cuya revisión ya anunció el presidente de la Ciudad hace mes y medio, se incluye la reforma fiscal que en esta misma sesión plenaria ha aprobado la Asamblea, y que reportará unos ingresos de 6,8 millones de euros, dirigidos a paliar el descenso de los ingresos. Pero la revisión no supone renunciar a la filosofía del Plan, basada en una apuesta por el equilibrio presupuestario, el déficit cero y por la cancelación de toda la deuda comercial y financiera (es decir, con empresas y bancos) en el periodo de diez años en el que estará en vigor este programa.
El Plan de Estabilidad prevé un descenso del gasto corriente de la Ciudad en 16 millones de euros, con ajustes en la política de gasto. En Recursos Humanos, se amortizan las vacantes, se reduce a la mitad las horas extraordinarias, se rebajan en un 30% las jornadas partidas y especiales de los empleados públicos, se reduce en un 60% el personal eventual y se ajusta el salario de los trabajadores de las empresas públicas entre un 3 y un 6 por ciento en función de la categoría (con la excepción de la más baja, donde no hay recorte alguno), aplicando así la rebaja retributiva que en mayo de 2010 aprobó el Gobierno de Zapatero.
Con este Plan, la Ciudad también ha recortado contratos como los de producción de agua y recogida de residuos, en un 20 y un 10 por ciento, respectivamente; ha aplicado también criterios de austeridad, eficacia y eficiencia a otros gastos como la publicidad institucional, que se reduce en un 40% o el alumbrado ornamental, que cae un 20%; ha revisado las subvenciones, que descienden de media un 25% (si bien algunas no se han tocado y otros llegan a bajar hasta en un 50%) y ha eliminado gastos de sociedades públicos de naturaleza diferente a su objeto social.
El Plan, por cuyo cumplimiento vela una comisión del Gobierno, prevé déficit cero para este año y superávit a partir de 2013, que en caso de cumplirse se destinará a inversión. Para el periodo comprendido entre 2012 y 2016 el montante que se dedicará a este fin asciende a 25 millones de euros.
Por otro lado, el Pleno de la Asamblea ha aprobado la Cuenta General de la Ciudad correspondiente a 2010, y una operación de Tesorería por importe de 25 millones de euros para adelantar los ingresos del IPSI y poder comenzar a ejecutar el gasto vinculado a estos tributos.
