Desde el próximo 30 de junio, el horario de trabajo en la Ciudad Autónoma, en las sociedades municipales y en los organismos autónomos será de 37,5 horas semanales, en aplicación de la medida contenida en la Ley de Presupuestos de este año. La entrada será a las 7.45 horas y la salida a las 15.15, ampliando así en media hora la jornada habitual en la Administración local. De este modo, el horario de verano desaparece, ya que en la medida no se establece excepción alguna para la reducción de la jornada laboral, tal y como ha explicado el Gobierno a las centrales sindicales en las dos reuniones que ha mantenido para negociar la aplicación de la ley.
La medida, ha explicado el consejero de Hacienda, Economía y Recursos Humanos y portavoz del Gobierno, Guillermo Martínez, conlleva la imposibilidad de que los servicios con jornada especial (una hora adicional diaria y, por tanto, 40 semanales) puedan mantenerla íntegramente, ya que el Estatuto de los Trabajadores impide más de 40 horas de trabajo a la semana. Con el fin de que los empleados públicos no pierdan más salario, el Gobierno ha planteado crear una bolsa de horas extraordinarias que se ejecutarían a petición de la Ciudad para incluir ahí las 2,5 horas semanales que los funcionarios no podrían realizar (por exceder el límite de 40 horas) y, por tanto, tampoco cobrar. El único ahorro que obtebdría, así, la Ciudad sería el correspondiente a la reducción de las actuales horas extraordinarias.
El Gobierno ha ofrecido esta alternativa a las centrales sindicales, para que los trabajadores no tengan que ver reducidas sus retribuciones. De no ser así, el complemento por la jornada especial quedaría reducido a la mitad, al bajar el horario adicional en la misma proporción. Los sindicatos contestarán el jueves.
Por último, el portavoz del Gobierno ha asegurado que respeta y comprende las reacciones de los empleados públicos por la elimiación de la paga extraordinaria de diciembre.