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Jue, Dic

El Gobierno mejorará todos los barrios, incluido el centro, donde contempla como revulsivo la reforma de Sánchez-Prado

Hacienda
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“¿Qué problema hay con invertir en el centro?” Así ha respondido la consejera de Economía, Hacienda, Administración Pública y Empleo al discurso contrario a que se reforme la avenida Sánchez-Prado. Kissy Chandiramani ha zanjado que el Gobierno acometerá esa obra, incluida en el Plan de Barriadas, que está presupuestado con 60 millones de euros, del mismo modo que invertirá 13,5 millones en el barrio del Príncipe, donde ya se ha ejecutado la rotonda de acceso de la calle de San Daniel (250.000 euros), se ha licitado y adjudicado la ejecución del proyecto del vial del Puente del Quemadero (1,2 millones), se está redactando el relativo a las dos pistas de fútbol (1,8 millones de euros) y pronto empezará a redactarse el de edificación de un centro cívico social.

Ese nuevo edificio compartirá actividad con el Polifuncional Mustafa Mizzian, que tiene una actividad “inmensa”, ha definido Chandiramani, quien ha puesto como ejemplo de esa afirmación “las colas” que hay en la BiblioEqual. La nueva construcción permitirá ampliar la actividad que ya se realiza, como los diferentes programas educativos, y mejorar las oficinas y servicios públicos allí localizados, como el Registro General de la Ciudad y la Oficina de Servicios Sociales. Los 13,5 millones de euros consignados para el Príncipe incluyen un capítulo de actuaciones por 6 millones para infraestructura de agua. “Es una inversión importante que no se ve porque son tubos que van bajo rasante, pero atienden problemas de los ciudadanos”, ha subrayado la consejera de Hacienda en respuesta a una interpelación elevada al Pleno de la Asamblea en la sesión de control del Gobierno de marzo.

“¿Qué problema hay por invertir en el centro?”, se ha preguntado la consejera, quien ha fundamentado su defensa en que el Gobierno tiene inversiones previstas en todos los barrios, incluido el centro, y en que la avenida Sánchez-Prado es un punto neurálgico de actividad económica y, como sucedió en su momento con el Paseo del Revellín, calle de Camoens y calle Real, lo que cabe esperar es que esa reforma sirva como revulsivo al servicio de esa actividad.