Las playas de La Ribera y El Chorrillo han renovado por décimo año consecutivo la Bandera Azul, que acredita la calidad de las aguas, de los servicios generales que se prestan en ellas, la seguridad y cuestiones relativas a la ordenación medioambiental. Un jurado internacional concede el distintivo, que, este 2016, han merecido, en España, 586 playas y 100 puertos.
Este distintivo reconoce el cumplimiento de unos criterios de calidad referidos a aspectos ambientales (calidad sanitaria de las aguas y arenas, valores naturales del entorno, gestión ambiental), educativos (información a los usuarios, programas de educación ambiental) y de seguridad y servicios (vigilancia, medios de salvamento, accesos, atención a discapacitados, puntos de agua, aseos, gestión de usos).
El consejero de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Emilio Carreira, ha dado a conocer al Consejo de Gobierno este viernes la renovación de estas enseñas y el portavoz del Ejecutivo, Jacob Hachuel, en la rueda de prensa posterior a la reunión de presidente y consejeros ha trasladado a los periodistas la intención del equipo que dirige Juan Vivas de trabajar para que la Bandera Azul ondee en una tercera playa en próximas ediciones.
La Bandera Azul se concede cada año previa solicitud de participación y solo si se superan con éxito las evaluaciones de control del cumplimiento de los criterios exigidos, cada edición más duros. Para esto, se realizan análisis oficiales de las aguas de baño por las autoridades sanitarias y ambientales competentes que corroboran en sus visitas de inspección los operadores nacionales y la coordinación internacional Bandera Azul.
La Fundación de Educación Ambiental puso en marcha en 1987 la primera campaña Bandera Azul, una forma de reconocer el esfuerzo en educación para la sostenibilidad y el desarrollo sostenible del turismo y del litoral en beneficio de la población local y turista de toda la Red Internacional Bandera Azul.