El Comité de Gestión de Playas ha realizado hoy una evaluación altamente satisfactoria de la última temporada de baño y ha propuesto los objetivos para el próximo verano, que pasan por la mejora de la accesibilidad y de las infraestructuras básicas, ampliando a las playas de Tarajal, Almadraba y Benítez los sistemas de recogida y drenaje de aguas que este año han estado en servicio en la Ribera y el Chorrillo, y por los que las que las duchas se han conectado a la red general de saneamiento.
En esta reunión, que se ha celebrado hoy en la Sala de la Rotonda del Palacio de la Asamblea, se ha destacado la ausencia de incidencias de gravedad en las playas, así como la coordinación efectiva de todos los servicios, con rápidos tiempos de respuesta, cuando así ha sido necesario.
Las áreas, servicios y entidades que han participado en la reunión del Comité de Gestión de Playas han sido la Consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad, y con ella, la sociedad Obimasa; el Área de Coordinación de Emergencias–Protección Civil, dependiente de la Consejería de Gobernación, la empresa adjudicataria del servicio de limpieza -TRACE -, la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos (FAPV) y la empresa Marsave Mallorca, encargada este año y también el próximo, de las labores de socorrismo.
Durante la reunión se ha hecho un repaso del equipamiento y las infraestructuras con las que han estado dotadas las playas en esta temporada, y en las que el Gobierno ha invertido más de un millón de euros este año para su puesta a punto y que ha contado con avances significativos en aspectos como la reposición del mobiliario, la incorporación de nuevos parques biosaludables, la implantación de redes de saneamiento y mejoras generales en cuanto a los accesos. Por otra parte, se han puesto de relieve las actuaciones previstas en todas las playas a partir de 2017, con un presupuesto de 3 millones de euros y dirigida a potenciar sus prestaciones, especialmente en el ámbito de accesibilidad, mobiliario, iluminación y servicios básicos.
Renovando los distintivos de calidad
Por otra parte se ha significado que las dos playas con más afluencia de bañistas, la Ribera y el Chorrillo, han renovado sus certificaciones de calidad. Con ello se reconoce el buen trabajo de la Consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad en cuestiones como la gestión ambiental y de recursos humanos y materiales en las playas, al tiempo que pone el acento en la excelencia de servicios como la seguridad, el salvamento y los primeros auxilios, la limpieza, la recogida selectiva de basuras, los accesos y el mantenimiento de las instalaciones y equipamientos con que están dotadas las playas.
Además, se ha determinado la importancia de ampliar la comunicación con los usuarios, para lo que se intensificarán los esfuerzos, por ejemplo, en redes sociales, así como mejorar la formación de los trabajadores de los diferentes servicios implicados en la gestión de plazas respecto a mantenimiento, criterios de calidad y atención al público.
Para la próxima temporada se ha decidido dejar abierto el canal de embarcaciones de la playa de la Ribera y así vendrá reflejado en el contrato para el balizamiento, y se ha previsto la adquisición de nuevos módulos para ubicar todos los servicios - Policía Local, salvamento y mantenimiento- que estén operativos en las zonas de baño.
La acumulación de algas, un fenómeno imprevisible
En la reunión también se ha analizado la llegada de grandes cantidades de algas especialmente en la bahía norte durante el pasado verano, un fenómeno inusual e imprevisible y para el que se articularán las medidas que sean necesarias para su retirada, en función de su evolución en el futuro. Los biólogos de Obimasa también tienen en estudio el fenómeno, y aunque se desconoce si estos depósitos de algas volverán a repetirse en la próxima temporada, se ha determinado que estas acumulaciones, de una especie que no es tóxica, estuvieron influenciadas por el fuerte oleaje y los episodios de temporal sufridos en el área del Estrecho en verano.
