Un total de 120 personas desempleadas han comenzado esta semana a formarse en la Escuela de la Construcción. Se trata de la sexta convocatoria de cursos que oferta la Consejería de Economía y Empleo en el marco de este espacio formativo, creado para aprovechar las oportunidades que ofrece un sector que representa en torno al 11 por ciento de la economía de Ceuta.La actuación persigue capacitar a los parados en función de la demanda de la construcción, con una oferta de especialización en ocho ámbitos, que van desde la albañilería hasta la limpieza integral de edificios, pasando por las profesiones de ferrallista, yesista, alicatador, electricista, fontanero y pintor.
En total, ocho acciones formativas, a los que se suma una adicional: un curso básico de Prevención de Riesgos Laborales para la obtención de la Tarjeta Profesional de la Construcción, que realizarán los alumnos tras la finalización de sus cursos de especialización. Los cursos tienen una carga lectiva de 465 horas, por lo que el desarrollo de esta convocatoria se prolongará hasta finales de julio.
La Escuela, que gestiona la sociedad municipal Procesa, echó a andar el pasado mes de marzo con el fin de aumentar la capacitación de parados en un sector con posibilidades de empleo para, así, lograr una inserción laboral en condiciones de estabilidad.
Desde entonces, 896 alumnos han iniciado su formación en los alrededor de 40 cursos que ha ofrecido la Escuela de la Construcción, a los que ahora se suman estos 120. El periodo formativo ha sido completado por 497 alumnos, de los cuales 480 han aprobado, lo que arroja un porcentaje de aprobados del 53%. Actualmente, y para incentivar a los alumnos, Procesa paga 840 euros a aquel que complete el curso, en una beca que cofinancia la Ciudad y el Fondo Social Europeo (FSE). 639 se han hecho acreedores de esta beca, que en caso de no completar el curso se percibe en la parte proporcional a la formación cursada.
INSTALACIONES FUNCIONALES Y VANGUARDISTAS
La Escuela de la Construcción tiene su sede en unas instalaciones funcionales, operativas y vanguardistas ubicadas en Loma Margarita, cuyo coste, cofinanciado a través de fondos europeos, alcanzó los 2,7 millones de euros. Se trata de un edificio de tres plantas con una superficie total construida de 1.600 metros cuadrados, que incluye cuatro aulas técnicas para la impartición de clases teóricas, seis talleres prácticos y un patio de unos 400 metros cuadrados para el desarrollo de prácticas.
En el diseño se tuvo en cuenta la función principal del inmueble y, por tanto, la zona de formación práctica se configuró de manera que casi todas las instalaciones de red eléctrica, climatización, contra incendios, fontanería y telefonía están a la vista para que los alumnos se familiaricen con ellas.
El inmueble cuenta con un sistema domótico que, entre otras instalaciones, controla el accionamiento mecánico de las persianas, la intensidad de la luz artificial en aulas y talleres, regula la temperatura del sistema de climatización, el sistema de video vigilancia e, incluso, cuenta con sensores con capacidad de detectar fugas de agua, en cuyo caso el suministro se corta de forma automática si resulta necesario. Además, el centro formativo se diseñó pensando en un consumo responsable, con lámparas de bajo consumo en la totalidad del interior, grifería temporizadora, sistema inverter (recupera el aire ya climatizado para reinvertirlo al sistema) en los equipos de acondicionamiento climático, y control domótico de la intensidad lumínica artificial a utilizar.