Tranquila, segura y cómoda. Con esos términos ha hecho balance el consejero de Juventud, Deporte, Turismo y Fiestas, Fernando Ramos, de la última edición de la Feria de Ceuta, en la que las únicas incidencias registradas han sido “las propias de una feria”. En esta, la celebrada en honor de la Virgen de África, la afluencia de público ha oscilado entre las 8.000 y las 14.000 personas, que han sido el mínimo y el máximo registrado; y ha sido una nota destacada, además, el “éxito” de público que han tenido los actos de homenaje a la Patrona: ofrenda floral, procesión y besamanos.
Ramos ha avanzado que, de cara al año que viene, se analizará y evaluará, tras la experiencia que deja tras de sí 2016, si la feria debe durar 5 o 6 días, como este ejercicio, así como la oportunidad de organizar una feria de día que, de hacerse, no coincidiría en el tiempo con la de agosto, sino que se sacaría de las fechas en las que el sol atiza.
El sondeo de Fiestas entre caseteros y feriantes ha llevado al consejero responsable a definir la Feria como “productiva y positiva”, no como el Día del Niño, puesto que el objetivo de Gobierno era que se mantuvieran los precios reducidos en los cacharritos durante toda la noche, como de forma no escrita se pactó con los empresarios del sector y que no todos cumplieron. “Para el año que viene, tomaremos las medidas que haya que tomar”, ha avisado Ramos, quien hoy ha acompañado al portavoz del Gobierno en la rueda de prensa posterior al Consejo para dar cuenta de cómo transcurrió la feria.