La Consejería de Educación y Cultura, mediante el Servicio de Museos, ha organizado una exposición al aire libre de esculturas en bronce de Elena Laverón, que animará el Paseo de la Marina con once de sus obras entre el 5 de mayo y el 27 de septiembre, siete años después de su última muestra en la ciudad que la vio nacer y de la que, hoy, es la artista de mayor proyección nacional e internacional.
Solidaridad (2005), Familia sentada (1965), Figura con los brazos sobre la cabeza (1991), Pareja sentada (1975), Mujer banco (1998), Pareja como columna (1995), Mujer recostada del 69 (1969), Tres personajes (1989), Torso con cabeza (1984), Pareja en dos módulos (1987) y Los oficios (1999) son las esculturas que se podrán disfrutar a lo largo de todo el Paseo de la Marina, con la Plaza de la Constitución, donde irá la primera, como punto de partida.
Además de los numerosos premios recibidos, es prueba del éxito de esta ceutí su larga trayectoria expositiva. Su obra ha llegado a lugares de todo el mundo, desde la sede de la Unesco, en París, y The Crown Jewel of Perimeter Center de Atlanta (EE.UU), hasta la estación de Chamartín de Madrid, el Parque del Oeste y la Universidad de Málaga y el Parque de San Amaro de su ciudad natal, pasando por museos del prestigio del Guggenheim de Nueva York, el Municipal de Mülhein (Alemania), los de Masachussetts (EE.UU) y Toluca (México) y el de Arte Contemporáneo de Madrid. Todos ellos albergan parte de su obra.
Sus esculturas, con reminiscencias a Moore, Picasso, Barbara Hepworth y al arte primitivo, es descrita así por el Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa: “Las esculturas masculinas o femeninas -pero sobre todo estas últimas– suelen tener, de la cintura para arriba, unos cuerpos esbeltos que se sutilizan y adelgazan hasta volverse, a la altura del rostro, una sublimación de sí mismos, unas formas desencarnadas, aéreas, se diría que a punto de mudar en espíritus. De la cintura para abajo, en cambio, esos cuerpos se materializan, ensanchan, endurecen, como si quisieran tornarse troncos de árboles para así clavarse más profundamente en la tierra.”
En el tríptico que acompaña la muestra, la directora del Servicio de Museos de la Ciudad, Ana Lería, destaca del arte de Elena Laverón, quien el año pasado recogió el Premio María de Eza a la Mujer Ceutí del Año, cómo es capaz de fundir en un solo cuerpo a padres e hijos y de colocar una sola cabeza sobre varias figuras abrazadas, así como su característico agujereo de los volúmenes. “Como si quisiera con ello incorporar el aire y la luz de la naturaleza, que se introducen dentro de la dimensión volumétrica de la escultura permitiendo al observador ver a través de ellos y unir la obra con el mundo”, recrea Lería.