El jurado del VIII Reconocimiento a la lucha contra la violencia de género de la Ciudad de Ceuta ha fallado hoy otorgar esa distinción a Cruz Blanca por su labor encomiable desde su constitución en 1969 y, en concreto, por la atención a personas en exclusión social, especialmente mujeres en situación de vulnerabilidad, que desarrolla la Fundación homónima desde 2004.
Su empeño por combatir la violencia contra la mujer por el mero hecho de ser mujer es lo que ha reportado a la Fundación Cruz Blanca este reconocimiento institucional, un respaldo a su esfuerzo para responder y prevenir situaciones que violan derechos humanos fundamentales que ya en 2014 fue meritorio de una mención honorífica de la Ciudad con motivo de la entrega del Reconocimiento en su cuarta edición.
En ese ámbito de trabajo se encuadra la labor que desarrolla esta Fundación desde el Centro de San Vicente de Paúl, en el Príncipe, mediante el proyecto O’Cambalache, implementado en 2013. En esta octava edición del Reconocimiento a la lucha contra la violencia machista ha recibido una mención honorífica el Colegio de Educación Infantil y Primaria Rosalía de Castro por la labor preventiva que desarrolla con jóvenes y las acciones formativas en esta materia que dirige a padres de alumnos y profesorado.
El jurado del VIII Reconocimiento a la lucha contra la violencia de género ha estado compuesto por la consejera del Área, Adela Nieto, como presidenta; y el director general de Asuntos Sociales e Igualdad, José Sánchez, la jefa de Servicio del Centro Asesor de la Mujer, Viviane Berros, y la presidente de la Asociación Mujeres Progresistas y representante de la asociación EAPN como miembro del Consejo Sectorial de la Mujer.
En ediciones anteriores, han sido reconocidos con este premio Rachida Mohamed Abdeselam, quien logró sobreponerse al padecimiento de la lacra que es la violencia contra la mujer por el mero hecho de ser mujer; María Sánchez Miaja, presidenta de la Asociación de Mujeres Progresistas de Ceuta; el Servicio de Emergencias 1-1-2; Andrés Calvo Muñoz, un vecino que socorrió a una víctima en 2011 y que, con su actuación, evitó males mayores; los voluntarios de Cruz Roja y la Comunidad de las Adoratrices. Además, han recibido menciones honoríficas Hamed Addel-La Ali, colaborador voluntario en esta materia como traductor; el Centro Penitenciario por su labor en el programa especial de reeducación de maltratadores y la Fundación Cruz Blanca por su proyecto O’Cambalache.