10
Sáb, Ago

El Jurado del Premio Convivencia reconoce la labor social, educativa y sanitaria del obispo Juan José Aguirre en la República Centroafricana

Presidencia
Tipografía
  • Smaller Small Medium Big Bigger
  • Default Helvetica Segoe Georgia Times

El jurado del Premio Convivencia ha fallado esta tarde conceder por unanimidad su XVII edición al obispo de Bangassou, Juan José Aguirre Muñoz, en reconocimiento a la labor que ha realizado durante toda su vida en la República Centroafricana “para reconciliar etnias, culturas y religiones en un país arrasado por la guerra, superando el odio y la desconfianza hacia el distinto, hacia el que no piensa igual”, según ha leído ante los medios el presidente del Jurado, Adolfo Suárez Illana.

Su labor no solo abarca la vida espiritual, sino también una prolija labor social que le hacen acreedor del Premio, ha subrayado el Jurado en su fallo, que se ha dado a conocer hoy en la Sala de la Rotonda del Palacio de la Asamblea y que ha estado compuesto, además de Suárez Illana, por la consejera de Presidencia y Relaciones Institucionales, Mabel Deu, presidenta de la Fundación Premio Convivencia, la directora del Instituto Cervantes de Tetuán, Dolores López; el franciscano Manuel Corullón, Custodio en Marruecos; la directora de la Fundación Pluralismo y Convivencia, Inés Mazarrasa; Adolfo Suárez Illana, hijo del primer Premio Convivencia, Adolfo Suárez; y la economista Sony Vashdev y la periodista Paloma Abad, ambas representantes del Comité Consultivo de la Fundación que concede el premio.

El premiado

Juan José Aguirre (Córdoba, 1954) lleva más de 30 años trabajando en la República Centroafricana, uno de los grandes olvidados del continente africano. La región de Bangassou, su Diócesis, es tan extensa como Andalucía y se encuentra en la frontera con la Republica Democrática del Congo, en una zona aislada, muy insegura y tremendamente complicada, en la que enfermedades como la malaria y el sida causan estragos. En su Diócesis conviven de forma pacífica ocho etnias diferentes, que hablan cada una su lengua.

Contra todas estas penalidades la Iglesia Católica, a través de la Diócesis de Bangassou, lleva años trabajando para tratar de erradicar unos males que las instituciones públicas no han podido.
Juan José Aguirre no camina solo. La Fundación Bangassou es su certeza, la que se vuelca todo el año por su causa con la ayuda de instituciones, empresas y particulares en forma de apadrinamientos, donaciones y donativos. La Fundación para la promoción y desarrollo de Bangassou, creada en 2002 por familiares y amigos cercanos a él bajo su impulso, es la que envía directamente las ayudas. Ha promovido la construcción varios hospitales entre los que se encuentra el Buen Samaritano, capaz de ofrecer asistencia a embarazadas, enfermos de SIDA en incluso realizar operaciones quirúrgicas; además ha contribuido a la construcción de escuelas de educación infantil y primaria, dos institutos de educación secundaria y bachillerato, una escuela técnica, un espacio internet, un orfanato, un centro de atención a enfermos de sida en fase terminal y diversos proyectos de animación rural.​