Tras las intervenciones del presidente de la Ciudad en el Pleno de la Asamblea del pasado miércoles, el Gobierno de la Ciudad ha profundizado en su cambio de actitud respecto a las peticiones formuladas al Gobierno de la Nación así como a las decisiones de las autoridades marroquíes que impactan en Ceuta. Una actitud que ha pasado a ser de “prudente y discreta” a “contundente y firme” ante la “gravedad” del momento y la “falta de respuesta” por parte del Ejecutivo que preside Pedro Sánchez.
El Gobierno ha concluido que Ceuta puede estar “cerca de un punto de no retorno respecto de su supervivencia” y que ello exige una reacción “decidida, enérgica e inmediata” por parte tanto del Gobierno de la Nación como de las Cortes Generales. “Es una cuestión de emergencia nacional” ha explicado el portavoz accidental del Gobierno, Carlos Rontomé, en su comparecencia tras la reunión semanal entre presidente y consejeros.
Rontomé ha recordado que el actual momento de “gravedad” viene motivado por las decisiones y medidas “perjudiciales” que, desde el pasado mes de julio, han tomado las autoridades marroquíes: la circular del Ministerio de Exteriores prohibiendo las visitas a Ceuta de altos funcionarios marroquíes, las continuas restricciones en la frontera al turismo y ocio y compras y el cierre unilateral del paso de mercancías por el Tarajal II. “Estas decisiones sólo pueden tener una explicación: el intento de asfixiar el comercio local, nuestra principal fuente de actividad productiva y empleo”, ha perseverado Rontomé.
Todo ello ha coincidido con un incremento “espectacular e insoportable” de la inmigración irregular tanto de adultos como de menores. En este último caso “el incremento ha sido de un 70%, lo que ha desbordado las capacidades y recursos de la Ciudad”.
El portavoz accidental del Ejecutivo local ha hecho hincapié en la “desafortunada” noticia producida en los últimos meses en relación con el “incumplimiento” del compromiso del Gobierno de la Nación para atender las ayudas que Ceuta recibe para sufragar los costes de funcionamiento de la planta desalinizadora y determinados gastos asociados al singular hecho fronterizo.
Una serie de circunstancias sobre las que no se ha tenido respuesta. “Le hemos hecho llegar de manera reiterada e insistente al Gobierno de la Nación los apuntados problemas y contingencias, sin lograr la más mínima reacción”. Por ese motivo el Ejecutivo local considera que han caído en “saco roto” las peticiones formuladas para reforzar las dotaciones policiales de la frontera; la petición de auxilio para atender la cruda y grave problemática de los menores extranjeros no acompañados; y la del reconocimiento, mediante acuerdo del Consejo de Ministros, de las ayudas para la producción del agua y para cubrir necesidades relacionadas con la frontera.
En esa línea se sitúan los escritos dirigidos a la ministra de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darias, tanto en lo relacionado con los planteamientos urgentes al Gobierno de la Ciudad como en lo relativo a la situación de “emergencia” que atraviesa Ceuta ante la llegada masiva de menores extranjeros no acompañados.