El Consejo de Gobierno ha aprobado, en su última reunión, dedicar la Sala de la Rotonda del Palacio de la Asamblea a Isidro Jarque (Ceuta, 1929-1993), funcionario municipal, considerado por quienes le conocieron como un ejemplo de ecuanimidad y de compromiso con la institución municipal a la que sirvió.
La propuesta ha sido elevada al Consejo de Gobierno por el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, que recuerda que Isidro Jarque “está en la memoria” de quienes le conocieron, “ya fuesen políticos, funcionarios o amigos” y qué mejor manera de recordarlo que dedicarle una estancia del edificio en el que desarrolló su labor profesional.
Jarque comenzó a trabajar en el Ayuntamiento de Ceuta en 1951 y desde el primer momento fue considerado como un funcionario prudente y preparado, “con un sentido del deber y del humor, que se transmitía tanto en su trato personal como en los documentos que redactaba”, reza el texto de la propuesta, en el que también se hace hincapié en su afán para perfeccionar su formación. En 1981, ya como jefe de Negociado, fue designado como secretario particular de la Alcaldía, en la que llegó a ser imprescindible para los alcaldes, fuera cual fuera su signo político. Era tal su prestigio y cualificación que llegó a sustituir, con frecuencia. A finales de los 80, al secretario general en sus ausencias.