El Gobierno de la Ciudad apuesta por mantener inalterables, al menos hasta el 10 de diciembre, las actuales restricciones para frenar la propagación de la COVID-19 en Ceuta hasta que se consolide la evolución favorable de la pandemia "por prudencia y responsabilidad".
Esto es lo que ha concluido hoy su presidente, Juan Vivas, que ha comparecido para valorar la situación sanitaria y avanzar cuáles serán los próximos pasos del Ejecutivo local en la gestión de la crisis. Son datos esperanzadores, pero no concluyentes aún, ha querido dejar claro, “porque no marcan aún una tendencia sólida y tampoco ha transcurrido el tiempo suficiente. Nos queda muchísimo camino por recorrer y no estaremos tranquilos hasta que no salgamos de la zona de riesgo extremo”, ha matizado.
Vivas ha recalcado la eficacia de las medidas, cuyo objetivo no es solo que disminuya el número de contagios, sino también la ocupación del hospital y sobre todo el número de fallecimientos – 52 muertes provocadas por el virus en esta segunda oleada, 29 solo en noviembre -. Gráficas en mano, el presidente ha mostrado cómo han evolucionado los datos en las últimas semanas en los indicadores que marcan la situación de riesgo, indicadores “objetivos y evaluables” establecidos por el Ministerio de Sanidad. “Nos gustaría que fueran mejores datos, pero es innegable que se ha contenido primero y doblegado después la curva de contagios”, ha indicado para subrayar que la incidencia de casos se ha reducido un 46 % en los últimos 14 días (se ha pasado de 1.071 a 577 casos por 100.000 habitantes).
También ha mejorado notablemente la positividad, esencial para analizar que los datos de contagios en Ceuta sean fiables y comparables con el del resto de España, pasando del 40 al 11 %. En este indicador, Ceuta ha salido del riesgo extremo. Vivas ha agradecido el gran esfuerzo realizado por el INGESA que ha multiplicado por tres el número de pruebas y también ha puesto en valor el punto COVID de la Ciudad, “con muy buena acogida por los ciudadanos y un resultado muy satisfactorio”, ha dicho. En sus primeros días de funcionamiento ya ha realizado más de 600 pruebas de antígenos y de ellas un 6 % han resultado positivas.
Y se ha estabilizado también la presión hospitalaria y la ocupación de la UCI. Se ha pasado de 49 pacientes ingresados a el 2 de noviembre a 28, aunque con una ocupación notable en Cuidados Intensivos, entre un 41 y un 47 %, y una desviación notable de la media nacional (30 %).
Por todo ello el presidente considera que bajar la guardia y relajar las medidas sería ahora un comportamiento “absolutamente irresponsable”. Se impone, por lo tanto, una estrategia basada en la prudencia manteniendo las actuales restricciones; extremando las medidas de prevención y protección en residencias de mayores; dando continuidad al esfuerzo en cuanto al número de pruebas y rastreo de casos y realizando un seguimiento diario a la evolución de los parámetros que indican el riesgo. “Si las cosas no se hacen bien ahora podemos pasar unos meses de enero y febrero muy duros”.
Una mortalidad sin precedentes
El presidente ha tenido un recuerdo emocionado para todas y cada una de las víctimas de la pandemia en Ceuta, que ha multiplicado por 13 en la segunda onda el número de fallecimientos. Los datos son escalofriantes: la tasa de fallecidos en Ceuta es un 90 % superior a la media nacional y en Ceuta, el 23 % de las muertes producidas en este periodo está provocada por el virus. “Esta es la cara más desgarradora y dramática, la pérdida irreparable de vidas humanas”, unos datos terroríficos que harán que noviembre de 2020 pase a la historia sin duda como el mes más trágico.