De máxima preocupación. Este es el mensaje que han querido transmitir el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, y el consejero de Sanidad, Consumo y Gobernación, Alberto Gaitán, que han comparecido para analizar la situación de la pandemia en Ceuta en puertas de la Semana Santa. Ambos han reiterado su petición a la población de que es imprescindible seguir cumpliendo las medidas para frenar la propagación de la enfermedad, que ha vuelto en Ceuta a ser de riesgo extremo tras el aumento de la incidencia un 52 % en la última semana.
Preocupa no solo la evolución de la situación epidemiológica, sino también, y sobre todo, la presión asistencial en el Hospital Universitario, que deriva en una UCI con un nivel muy alto de ocupación, que ha llegado a superar el 64 % , con 11 pacientes ingresados.
Por ello, el presidente ha querido hacer un recordatorio de las medidas, especialmente aquellas relacionadas con la movilidad de la población, tanto desde las 23.00 horas, cuando está restringida la permanencia en la calle a situaciones excepcionales, como en viajes, limitados también a circunstancias especiales. Vivas se ha referido a los datos de movilidad con la península, que se han incrementado un 38 % en marzo, dato que confirma que se está relajando el cumplimiento de las restricciones y de las limitaciones. “Es obligación de todos”, ha dicho el presidente, “una obligación cívica y legal, tratar de cumplir con todas las medidas, la de perimetración, la del toque de queda, la del número de personas que pueden reunirse. Hay que ser responsables”, ha insistido. Entiende que los ciudadanos no deben buscar “atajos” o “coartadas” para eludir su cumplimiento, que solo trae como consecuencia “sufrimiento, dolor, muerte y ruina”.
Ha apelado igualmente a limitar los encuentros familiares, recordando que el último decreto expresamente regula la prohibición de visitar otros domicilios y que son este tipo de encuentros en familia los que están produciendo los brotes.
Ante esta situación, el presidente ha enumerado cuáles serán las acciones en las que profundizará la Ciudad para que las restricciones se cumplan. Entre ellas, incrementar los esfuerzos en vigilancia, control y sanción -que podrán legar a los 3.000 euros -; campañas de concienciación ciudadana, “poniendo en evidencia, de manera contundente, la realidad de la sicuación, poniendo el acento en elementos dramáticos”; y continuar con la colaboración de entidades e instituciones, como asociaciones de vecinos o comunidades religiosas, para favorecer el cumplimiento de las medidas, una colaboración que, tal y como se ha demostrado este año, está siendo “satisfactoria, ejemplar y admirable”.
