El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, ha hecho balance transcurrido un mes de los acontecimientos acaecidos los días 17 y 18 de mayo, cuando, de manera irregular, entraron a Ceuta alrededor de 12.000 personas de las que, actualmente, continúan en la ciudad unos 3.000, la mitad de ellos menores, de acuerdo a las estimaciones de la Administración Autonómica.
Ceuta, “desbordada e indefensa, con el alma en vilo y al borde del abismo”, logró “parar el golpe” pero continúa sufriendo las consecuencias de esa entrada masiva, tal y como ha relatado Vivas. La situación que se vive, ha expuesto el presidente, es “insostenible” y, además, “se agrava y se hace cada vez más tensa cada día”, ha insistido.
Por ese motivo, Vivas ha apelado nuevamente al Estado para que, de manera inmediata, ofrezca soluciones a la crisis humanitaria y de emergencia por la que Ceuta atraviesa y que impacta de forma directa en la rutina de la población y en su tranquilidad y seguridad. “La situación debe resolverse por quien puede, y debe, que es el Estado”, ha reiterado.
Al margen de las reiteradas peticiones de auxilio, el Gobierno de la Ciudad ha adoptado medidas tan notables como el acogimiento, en diferentes recursos provisionales, de alrededor de 900 menores. Asimismo, el Ejecutivo también está llevando a cabo actuaciones dirigidas a intensificar los esfuerzos en materia de limpieza, desinfección, reparto de bolsas de comida, atención sanitaria o la vigilancia en lugares concurridos como las playas. De hecho, ha indicado Vivas, el coste mensual para atender esta crisis está en torno a los tres millones mensuales.