En su comparecencia ante los medios, el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, ha reflexionado acerca de los acontecimientos acaecidos desde la entrada masiva de marroquíes los días 17 y 18 de mayo. Un episodio “triste” que se ha traducido en consecuencias como los anuncios realizados por el Gobierno de la Nación y, en concreto, al de elaborar y ejecutar, de manera inmediata, un plan de actuaciones estratégicas para Ceuta, así como la posibilidad de solicitar la supresión del régimen especial que, en relación con el Tratado de Schengen, se aplica en Ceuta.
En la práctica, esto supondría que los marroquíes que pretendieran entrar en la ciudad lo tendrían que hacer con visado, “tal y como ocurre en cualquier otra frontera exterior de la Unión Europea”, ha explicado Vivas.
Para el presidente, esto significaría “profundizar en el carácter europeo de Ceuta; perfeccionar los controles en materia de inmigración irregular; aliviar la presión en determinados servicios fundamentales y, especialmente, poner en evidencia, de una manera inequívoca, que Europa empieza en el Tarajal y no tras los controles del puerto”, ha manifestado.
Por todo eso, Vivas, tal y como ha venido defendiendo, considera que se trata de una decisión que debe adoptarse cuanto antes, máxime ante la oportunidad que supone que, en la actualidad, la frontera continúe cerrada. “Nos parece una decisión de enorme calado histórico y trascendental”, ha dejado claro.
De cara a ese propósito, el presidente ha reiterado la importancia de "no desaprovechar esta oportunidad" y que, por tanto, el Ejecutivo autonómico hará “cuanto esté a su alcance” para lograr ese objetivo y, en consonancia, para alcanzar un futuro para Ceuta, “más sólido, estable y seguro basado en más España y más Europa”, ha aseverado.