La consejera de Hacienda, Economía y Función Pública, Kissy Chandiramani, ha recalcado hoy en el Pleno de la Asamblea la postura que el Gobierno de la Ciudad ha mantenido acerca de la nueva etapa en las relaciones entre España y Marruecos, y como ya, en diferentes ocasiones, ha defendido el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, quien este viernes ha reiterado que “no hay ninguna duda de que Ceuta y Melilla son España”. “No hay que equiparar a Ceuta con el Sáhara”, ha pedido.
La miembro del Ejecutivo ceutí ha recordado que la posición mantenida no es más que la consecuencia de los difíciles acontecimientos vividos el pasado mes de mayo. “No fue una crisis fronteriza más, se quería poner en jaque nuestra integridad, lo que derivó en angustia, inquietud e incertidumbre, la sensación de estar al borde del abismo”.
Ante esa situación tan compleja, el Gobierno de la Ciudad pidió auxilio “a quien podía y debía darlo”, optando, además, por “la lealtad, la responsabilidad y el sentido de Estado”, no solo “para parar el golpe, sino para recuperar la confianza”, ha manifestado Chandiramani, quien se ha referido también a las actuaciones que el Gobierno de la nación ha llevado a cabo para que la ciudad autónoma pudiese retornar a la normalidad, posibilitando que la práctica totalidad de las más de 12.000 personas que, de manera masiva e irregular, sorteó la frontera, ya haya salido de Ceuta, permaneciendo alrededor del 20 % de los menores no acompañados que entraron.
Por todo ello, la consejera ceutí ha subrayado que el Gobierno de la Ciudad considera positivo esta nueva hoja de ruta, puesto que esta viene acompañada por la oportunidad de lograr la tan ansiada normalización del tránsito fronterizo, tanto en lo relativo a personas como mercancías.