El presidente Juan Vivas ha cerrado este martes el acto que, de manera conjunta, han celebrado la Ciudad Autónoma y la Delegación del Gobierno con motivo del XLIV aniversario de la Constitución Española que se conmemora este 6 de diciembre. Una ocasión para poner de manifiesto que, lejos de estar “políticamente caducada” la Carta Magna continúa siendo fundamental en la protección de principios como el de la unidad e integridad de España; la ordenación de la convivencia democrática; el fomento del desarrollo económico, el progreso y la cohesión social y los desafíos para el futuro.
En su intervención, el presidente ha destacado que la Constitución del 78 fue fruto del “pacto de reconciliación entre españoles más trascendental de nuestra historia”, que fue animado por la “decidida voluntad de finiquitar las dos España y de erradicar el odio y los rencores”.
“La historia nos enseña que a España le va mal, muy mal, cuando los españoles nos dividimos y enfrentamos, y que nos va bien, muy bien, cuando somos capaces de entendernos, de unirnos y de alcanzar acuerdos en lo fundamental”, ha recordado Vivas, quien ha apelado al espíritu de “consenso y diálogo para alcanzar los grandes acuerdos que España necesita”. Todo ello para luchar contra la “crispación, la descalificación y el insulto”.
Sobre Ceuta, el líder del Ejecutivo ha reiterado que el cumplimiento de la Constitución exige a los poderes públicos dar la debida respuesta a los riesgos y amenazas, “sin parangón en el resto del territorio nacional, salvo en el caso de Melilla”, de cara la protección de “nuestra integridad mediante una estrategia de Estado decidida, enérgica y continuada en el tiempo”.
Dicha estrategia, ha demandado el presidente, debe atender la necesidad de “disipar” cualquier tipo de duda sobre la soberanía de Ceuta; la protección de la unidad de los ceutíes en la defensa de la españolidad y la aplicación de las medidas para procurar la “estabilidad, prosperidad y cohesión social”.
Sobre estas medidas, el presidente ha enfatizado acerca de la importancia de contar con una frontera “bien dotada y que funcione conforme a su naturaleza de frontera exterior de la Unión Europea, tanto en el tránsito de personas como de mercancías. “Frente al caos y desorden, se requiere normalización, orden y control”, ha dejado claro Vivas, quien ha reclamado que “nunca más se utilice la vulnerabilidad de la frontera como arma de presión política”.
Además, Vivas ha incidido en la conveniencia de fomentar el tránsito hacia un nuevo modelo económico “más sostenible y con más capacidad para crear empleo”, además de “limitar” la presencia de migrantes en situación irregular, tanto adultos como menores, a la capacidad de acogida de los centros existentes.
Al margen de estas reivindicaciones, Vivas se ha referido al carácter castrense de la ciudad, “que trae causa en la historia compartida, en los hechos heroicos, en los afectos y en lo cotidiano”. Una consideración, aprecio y admiración que el presidente ha hecho extensivo a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, ejemplo de “profesionalidad, sacrificio y cumplimiento del deber”.
Tampoco se ha olvidado el presidente de otro de los pilares de Ceuta: su esencia multicultural. “Cumplir la Constitución significa favorecer el respeto y la convivencia entre los ceutíes. Es justo, es bueno y es necesario que se haga”.
El discurso del jefe del Gobierno ceutí ha servido igualmente para reiterar que en Ceuta, dados sus condicionantes, es prioritario mantener el principio de solidaridad, esto es, para hacer efectivo y real el derecho a la igualdad de los ceutíes con el resto de españoles en el acceso a los servicios públicos esenciales, las posibilidades de desarrollo económico y las oportunidades de empleo.
“No se puede querer a España, el fundamento de nuestra Constitución, si no se quiere a Ceuta, ni querer a Ceuta sin querer a España”, ha expresado Vivas.