La Ciudad Autónoma y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) han avanzado hoy, en una reunión mantenida entre el presidente Juan Vivas, y el máximo responsable de la CHG, Joaquín Páez, en la próxima firma de dos acuerdos por los que se cederá a la Ciudad, por una parte, la gestión de la IDAM (quinto módulo de la desaladora) y, por otra, el mantenimiento de los caminos de las presas del Renegado y del Arroyo del Infierno.
Así, respecto al convenio por el que se traspasará a la Ciudad la ampliación de la desaladora, el documento está solo pendiente de concretar la fecha de la firma, mientras que el de cesión del mantenimiento de los espacios y paseos peatonales que circundan los embalses del Infierno y Renegado está a expensas de la revisión del borrador de convenio, por el que la Administración local se encargará de la gestión de la zona natural que rodea a las presas, así como de las actuaciones de consolidación de taludes, rehabilitación del pavimento y canalizaciones.
En este encuentro del máximo interés, en el que también han participado por parte de la Ciudad, el consejero de Medio Ambiente y Servicios Urbanos, Yamal Dris, y el director gerente de la empresa municipal Aguas de Ceuta (ACEMSA), Juan Manuel Sánchez, y que se ha desarrollado en un tono de cordialidad, ánimo constructivo y mutua colaboración, también se ha decidido la creación de una comisión mixta entre ambas instituciones para analizar y
estudiar la posibilidad de cesión en el futuro de los embalses y su dominio público hidráulico, que incluye cuencas y arroyos.
Se trata, en todo caso, de asuntos que tienen una incidencia directa en la calidad de los servicios públicos que disfrutan los ceutíes, siendo uno de los grandes objetivos del Gobierno de la Ciudad el de equiparar las prestaciones públicas a los niveles de calidad y satisfacción del resto de España.
En el caso de los servicios relacionados con el ciclo integral del agua, se logró que Ceuta dejara de depender del buque aljibe, manteniendo la red de abastecimiento operativa durante las 24 horas; se han renovado infraestructuras y redes, reduciendo en un 35 % las fugas de la red; se ha dotado a la Ciudad de una depuradora moderna y eficiente, eliminando los vertidos al mar; y se han separado las redes de saneamiento y pluviales. Estas actuaciones han logrado que la calidad de los servicios del ciclo del agua sean similares e incluso superiores a la media nacional.
El próximo objetivo en este ámbito es el de reducir el coste del consumo energético de la desaladora mediante la implantación de placas fotovoltaicas, lo que reducirá un 25% el coste; y seguir avanzando en la modernización y actualización de las redes abastecimiento, saneamiento y pluviales.