En el transcurso de su comparecencia, el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, ha expuesto dos motivos de preocupación relativos, en primer lugar, a la situación de conflictividad laboral que vive la sanidad, que perjudica “a todos los ceutíes”, y, en segundo lugar, el “grave retroceso” que, si no se remedia, supondrá el cambio del régimen de bonificaciones a la Seguridad Social, lo que causaría un “grave perjuicio” a la capacidad de la ciudad para atraer empresas y “a uno de los elementos más potentes de nuestro Régimen Económico y Fiscal especial”.
Sobre la suspensión o aplazamiento de numerosas intervenciones quirúrgicas y consultas, el presidente ceutí ha instado a que la situación se resuelva “cuanto antes”, para lo que ha apelado a la Dirección General del Ingesa para que adopte una actitud “dialogante y constructiva, que hable con la representación sindical, que oiga sus demandas y que haga todo lo posible para alcanzar un acuerdo”.
Sobre el otro motivo de preocupación, el de la entrada en vigor, el 1 de septiembre, del Real Decreto-Ley 1/2023, de 10 de enero, Vivas ha recordado que, de acuerdo a lo tratado en la Mesa por el Diálogo Social, la Ciudad está haciendo todo lo que está en su mano para evitar ese “perjuicio”. El propio Vivas se lo trasladó personalmente al presidente del Gobierno en su reciente visita a Ceuta y, posteriormente, y tal y como ha recordado en su rueda de prensa, se han realizado distintas gestiones al objeto de que se mantenga, “sin variación”, la actual bonificación del 50% en las cuotas a la Seguridad Social.
El presidente ha puesto un ejemplo claro acerca de lo que supondría este posible cambio de no corregirse: “Un trabajador que sea dado de alta a partir del 1 de septiembre y que cuente con un salario neto de 1.300 euros mensuales, perdería, en comparación con la situación actual, 100 euros al mes, casi un 8% de sus ingresos”.
Para Vivas, ambos asuntos, el sanitario y de las bonificaciones, resultan “cuanto menos contradictorio” lo que propugna el Plan Integral para el Desarrollo Económico y Social, que contempla entre otras medidas el reconocimiento de Ceuta como zona de especial dificultad para el ejercicio de la medina, así como el de mejorar el vigente régimen de bonificaciones.
“Fuimos leales a la hora de valorar de manera positiva, y por así considerarlo, con ciertas matizaciones, el Plan, pero, con la misma lealtad, estaremos vigilantes y requeriremos que este se cumplan en todos sus términos y en los plazos previstos”.
