Los ceutíes han despedido hoy con un acto institucional a Francisco Correro Tocón, la persona que ha dirigido desde septiembre de 1996 la Vicaría General de Ceuta y que lo seguirá haciendo hasta que el próximo 12 de junio tome posesión de su cargo su sustituto, Juan José Mateos Castro. Correro deja la ciudad para convertirse en párroco de la iglesia de San Mateo Apóstol de Tarifa, pero los ceutíes "no le decimos adiós", ha manifestado hoy el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, en el acto celebrado en el Salón del Trono del Palacio de la Asamblea, y en el que ha estado presentes los sacerdotes de Ceuta, representantes del Consejo de Hermandades, de entidades religiosas y los presidentes de las comunidades israelita e hindú y de la Asociación Al Bujari, en representación de la comunidad musulmana.
Con estas palabras, el presidente de la Ciudad ha querido significar las virtudes del vicario y su carácter de ceutí, porque aunque Curro, como se le conoce al vicario, no nació en esta ciudad, "es de Ceuta por derecho propio". Además, Vivas ha destacado de Correro su cercanía, su capacidad para perdonar y pedir disculpas, su sentido del humor, su apuesta por la convivencia y la concordia y una actitud ejemplarizante que cobra un mayor valor en estos tiempos.
Además, el presidente resaltó su "compromiso con el bien común", que ha dispensado "sin afán de notoriedad y sin pedir nada a cambio". Buena prueba de ello es la colaboración que ha dispensado a la Delegación del Gobierno y a la Ciudad, cediendo instalaciones para afrontar problemas como el incremento de la presión migratoria, la declaración de ruina de la guardería Nuestra Señora de África o el incendio del centro de menores Mediterráneo. "San Agustín decía que las cosas útiles son más importantes que las admirables, y el vicario siempre ha estado dedicado a las útiles", resaltó el máximo mandatario de la Ciudad. Por todo ello, Vivas dijo que el vicario ha dejado "huella", que ahora se convierte en "un vacío" que, como el de un buen amigo, "no se puede llenar con la llegada de otro amigo".
En este sentido, Correro agradeció "la acogida" y el trato que ha recibido en Ceuta "en todos estos años", y ha destacado que "todos los presidentes le han abierto sus puertas a la Iglesia", del mismo modo que él abrió a Ceuta y sus representantes las de la Iglesia; una institución que él entiende como "un servicio". "Siempre os llevaré en el corazón", ha asegurado agradecido que ha dirigido la Vicaría General de Ceuta en los últimos 16 años.