El Teatro Auditorio del Revellín ha acogido la celebración del Día de Ceuta, acto durante el que el presidente, Juan Vivas, ha entregado la Medalla de la Autonomía al CERMI y ha impuesto sendas medallas de oro de la Ciudad a los hermanos Francisco y Manuel Olivencia Ruiz.
El orgullo de ser de Ceuta, de su gente, de su paisaje natural, de su historia, de su tejido social… ha sido el hilo conductor de la intervención del presidente Vivas, quien también se ha mostrado orgulloso de “toda” la historia de la ciudad. “Hoy se cumplen 600 años de aquel otro 2 de septiembre en el que, tras la partida de don Juan I, don Enrique y el resto de los infantes, asume don Pedro de Meneses el gobierno y mando de la ciudad investido de una amplia autonomía”, ha rememorado. “Una efeméride y un legado, el portugués, que no podemos ni queremos olvidar; a él le debemos mucho de lo que somos”, ha continuado antes de añadir: “Somos el producto de nuestro pasado; tenemos el derecho y la obligación de recordarlo y divulgarlo, sin complejos, sin prejuicios, sin herir sentimientos; como también tenemos el derecho y la obligación de preservar nuestras esencias y las bases de nuestra convivencia”. “Sería un gravísimo error, una temeridad de fatales consecuencias, utilizar el pasado para activar resentimientos, para enfrentar y dividir a los ceutíes”, ha rematado.
Vivas ha expresado su más rotunda confianza en “una España unida, fuerte, cohesionada y solidaria” y su “más ferviente deseo” de que no se ponga en peligro lo que “tanto esfuerzo” ha costado construir, en sus palabras, “el más prolongado periodo de estabilidad, libertad, progreso y bienestar”. Ha reiterado que el paro es un problema de envergadura que hay que afrontar con el concurso de todos y una actitud “constructiva” y, sobre el fenómeno migratorio, el presidente ha abogado por una política europea común y ha lamentado la última tragedia ocurrida en Ceuta: el lunes falleció un hombre subsahariano víctima del naufragio de una lancha en la que viajaba un grupo de 13.
En cuanto a los distinguidos, el presidente de la Ciudad ha destacado la “brillante” trayectoria de Manuel Olivencia, además, una “excelente” persona; el “sentido del deber” de su hermano Francisco, cuya “mano sabia y prudente” ha sido “decisiva” para asuntos de tal trascendencia en Ceuta como el Régimen Económico y Fiscal especial; y el “compromiso”, “tenacidad”, “audacia” y, sobre todo, “corazón” del CERMI. “A la hora de atender a los más vulnerables, siendo importante la disponibilidad de medios materiales y económicos, lo que resulta insustituible, lo que no tiene precio, es el calor humano: el amor, la generosidad y la ternura”, ha desarrollado.
Juan Vivas ha finalizado su intervención citando los que considera que son los pilares sobre los que debe sustentarse el porvernir de Ceuta: la bandera de España, la Constitución, el afán de progreso y bienestar de Ceuta y los ceutíes; el convencimiento de que la educación, el esfuerzo y el sacrificio conforman la senda más eficaz para salir adelante; y el espíritu de concordia.