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Mar, Nov

El Pleno concede por unanimidad cinco Medallas de Plata y cuatro Escudos de Oro

Presidencia
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El Pleno de la Asamblea ha acordado, por unanimidad, conceder la Medalla de Plata de la Ciudad a la Junta de Ceuta de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), José Luis Gómez Barceló y Pedro Serrán Págan, así como a título póstumo a las doctoras Manuela Gómez y Soraya Mohamed.

Según figura en el texto de la propuesta aprobada hoy en la sesión plenaria, la delegación ceutí que forma la entidad sin ánimo de lucro de la AECC cuenta con extraordinarios profesionales implicados y voluntarios especializados, que “trabajando con integridad, edicación y buscando la profesionalización de sus servicios, se esfuerzan cada día por mejorar la capacidad de respuesta y las necesidades de todos sus isiarios”. Esta Medalla de Plata se concede en reconocimiento a la “comprometida firmeza para el apoyo y el servicio al paciente y a sus familiares, educando en la prevención e impulsando a la investigación contra esta terrible enfermedad”. En el texto de la propuesta se alude a la importante labor de concienciación social a través de la organización de jornadas, actividades, cuestaciones y campañas informativas “con las que tratan de cambiar la percepción que todavía se tiene del cáncer como una enfermedad básicamente mortal y para lograr transformar el tradicional minuto de silencio, cuando hay un fallecimiento, por un minuto de vida cuando se diagnostica un cáncer”.

Pedro Serrán Pagán (Ceuta, 1944) es un emprendedor incansable que durante su vida ha participado en el desarrollo económico de Ceuta, interviniendo en proyectos, creando empresas y empleo. A sus 73 años sigue al frente de sus negocios y cuenta con unos 110 trabajadores en nómina. Comenzó a finales de los años 50, ayudando en el negocio de sus padres, si bien fue a principios de los 60 cuando inició una intensa actividad comercial que aún continúa en multitud de sectores, desde la juguetería, bebidas, bingos, ferretería, construcción y automoción. En 1972 se convirtió en el primer importador de automóviles japoneses en España, con la marca Datsun, que Nissan aún hoy mantiene.

Contribuyó además, junto al fallecido Jacobo Benasayag, para que el canario César Manrique se involucrara en el proyecto del Parque Marítimo de Mediterráneo y en 1992 crea el grupo empresarial Peserpa, que aglutina a todas sus sociedades y negocios, y fue también uno de los impulsores de la urbanización de la avenida Alcalde Sánchez-Prado. Se ha caracterizado siempre por su sencillez y humildad y ha realizado numerosas contribuciones a obras sociales, siempre desde el anonimato y el silencio.

José Luis Gómez Barceló (Tetuán, 1964) comenzó su carrera muy pronto, desarrollando desde que tenía 18 años una ardua labor investigadora con más de 120 publicaciones y 2.000 artículos, una obra que ha convertido al cronista de Ceuta en una referencia inexcusable.

Gómez Barceló es un ceutí de extraordinaria categoría, audodidacta con mayúsculas y uno de los más destacados nombres en el estudio de la historia de Ceuta. Ayudante del Archivo Central de Ceuta y archivero diocesano, es miembro numerario del Instituto de Estudios Ceutíes (IEC) y correspondiente de las Reales Academias de la Historia, de Bellas Artes de San Telmo y Matritense de Heráldica y Genealogía. Ha publicado diversos estudios sobre urbanismo, historia eclesiástica, genealogía, fortificaciones y prensa de la ciudad.

Además, es secretario de la Comisión de Patrimonio Diocesana desde 2010, delegado en Ceuta de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles desde 2008, miembro numerario de la Real Asociación de Cronistas Oficiales de España y secretario en Ceuta de la asociación española de Amigos de los Castillos.

Concesiones a título póstumo

También el Pleno ha dado luz verde a la concesión de Medallas de la Ciudad, en la misma categoría y a título póstumo, a dos destacadas profesionales de la medicina que desarrollaron su carrera profesional en Ceuta: Manuela Gómez y Soraya Mohamed.

Manuela Gómez, melillense de nacimiento, se colegió en Ceuta en 1993 y tras iniciar su andadura en la medicina familiar y comunitaria, fue posteriormente facultativa de emergencias en el servicio 061, siendo pionera en la formación dirigida a otras categorías laborales dentro de este servicio. En el ámbito colegial fue vocal de médicos postgraduadi de 1995 a 2003, vicesecretaria desde ese año hasta 2011 y fue elegida presidenta del Colegio de Médicos de Ceuta, siendo la primera mujer que ocupó esa responsabilidad, hasta su fallecimiento, en octubre de 2014.

Entre las distinciones recibidas destacan los premios María de Eza y Maite Alascio, y además el Colegio de Médicos ha instaurado recientemente un premio que lleva su nombre con el que se distinguirá la mejor presentación de un caso clínico por parte de facultativos residentes, fomentando siempre la investigación y la formación.

Soraya Mohamed Chaib, nacida en la barriada de San José de Ceuta, se licenció en Medicina y Cirugía por la Universidad de Granada y en 1986 comenzó su formación como residente en el Hospital Virgen de las Nieves de la capital granadina, donde su capacidad de trabajo es todavía recordado.

En 1990 comenzó a trabajar como especialista en el hospital civil de Alcazarquivir, en Marruecos y en 1993 fue contratada como especialista en Ginecología y Obstetricia en el hospital ceutí, introduciendo un “vendaval de cariño e igualdad”, según reza el texto de la propuesta, y dejando una huella imborrable. Madre de dos hijos, apoyó también de manera decidida a la Asociación Síndrome de Down. Nunca perdió contacto con su barrio natal, fue una mujer implicada en la sociedad, por motivos profesionales o de forma altruista, muy sensibilizada con la igualdad de género, la libertad y la solidaridad.

Escudos de Oro

También el Pleno de la Asamblea ha aprobado por unanimidad, a propuesta del presidente de la Ciudad, la concesión de cuatro Escudos de Oro de la Ciudad. El perfil de los homenajeados y justificación de motivos es la siguiente:

  • Pedro Jorge Ballesteros García, natural de Ceuta, donde estuvo hasta los 17 años, cuando marchó a Granada a estudiar y en donde trabajó varios años. Los últimos siete los ha desarrollado en Ceuta, en el servicio de Oncología del Hospital Universitario, atendiendo a enfermos de cáncer. “Por su interés, ayuda, dedicación y cariño extremo hacia cada uno de ellos, el Doctor Ballesteros es merecedor de esta distinción honorífica”, reza la propuesta.
  • Antonio José Ruíz Moya, de trayectoria ligada a la atención farmacéutica y la docencia, fue presidente de la patronal farmacéutica durante 8 años y secretario del Colegio de Farmacéuticos de Ceuta desde 1985 hasta 1988 –ese año fue elegido presidente-.  Este padre de cinco hijos (dos de ellos farmacéuticos), posee conocimientos superiores de Árabe Clásico y ha sido conferenciante habitual sobre Federico García Lorca, además de especialista en Flamencología amante de la historia e investigador sobre la farmacia ceutí. “Por su importante trayectoria profesional y personal ligada a nuestra ciudad, le consideramos merecedor de la distinción del Escudo de Oro de la Ciudad”, se explica en la propuesta.
  • Cesar Brandon Ndjocu, educador social por la Universidad de Granada, ha sido ganador de la última edición del programa televisivo “Got Talent” gracias a su maestría como poeta y ha referido, a los millones de espectadores de este programa, muchas de las virtudes de Ceuta. La experiencia de su paso por ella ha sido tan positiva que incluso ha dedicado versos a nuestra ciudad. “Alguien que ofrece su corazón y generosidad a Ceuta y expone su esencia ante millones de espectadores, colocando a nuestra ciudad en un pedestal, con tanta repercusión mediática, es sin lugar a dudas merecedor de portar el Escudo de Oro de nuestra Ciudad”, justifica la propuesta.
  • A la Compañía de Ceuta de la Comandancia de la Guardia Civil, por su demostración significativa de espíritu y sentido del deber, coordinación y entereza, que resume su actuación en los hechos acontecidos el pasado abril (un teniente y un agente de la Guardia Civil, Isaac Sepúlveda e Iván Bejar, se arrojaron al mar arriesgando su vida para rescatar a una mujer atrapada por un fuerte oleaje después de naufragar la balsa que ocupaba con otros siete subsaharianos). “Por el reconocimiento de estos hechos y de la labor encomiable por los servicios prestados por esta Compañía, se le propone también como Escudo de Oro de la Ciudad”, argumenta la propuesta.